“Yo me quedo chiquita ante tanta fe, que se demuestra ante el Niño Viajero”. Así se expresa al borde de las lágrimas, la hermana Ana María del Niño de Praga, priora del Monasterio del Carmen de la Asunción, orden de Carmelitas que cuida del Niño desde 1987.
En testamento, ellas recibieron la custodia de la imagen, de manos de monseñor Miguel Cordero Crespo. Cuenta la historia que, en el año 1823, una imagen en honor al Divino Niño Jesús fue esculpida y no fue sino hasta 1961 que inició su peregrinaje por Tierra Santa, en manos de monseñor, quien lo recibió como herencia.
Lo llevó a visitar Roma y lo bautizó en el río Jordán. La imagen fue bendecida por el mismo Papa Juan XXIII. Y cuando volvió a Cuenca, se lo llamó “Niño Viajero”.
“En 1987, a la 01:00 después de la Misa de Gallo de Navidad, entró el niño por el torno de la sacristía a la clausura del Carmen de la Asunción y desde entonces lo veneramos (…) Llegó como huérfano, su ‘papacito’, que era monseñor había muerto y venía buscando refugio en el Monasterio”, recuerda la hermana Ana María.
Elegidas
Desde el locutorio del monasterio de clausura, ella reconoce que Diosito las ha elegido para que reúnan a esa multitud de gente, que es el alma del gran pase que se celebra cada 24 de diciembre.
“Me admiro y me pregunto ‘Cómo con nuestra pequeña vida, podemos mover a todo Cuenca’ y pienso ‘es obra de Dios y nada más, porque humanamente no es posible’”, agrega la hermana superiora.
Actualmente, un total de 18 hermanas cuidan del Niño Viajero en este monasterio, que recibe a máximo, 21 religiosas, todas ellas consagradas a la oración, a la Virgen del Carmen y al Niño Viajero. 16 de ellas en votos solemnes, una novicia y una hermana de votos simples.
En el Monasterio, el Niño Viajero permanece en una urna de vidrio, en la celda de la madre Leonor.
“Más de 100 mil personas participarán este año en el Pase del Niño Viajero. El cálculo está basado en los históricos. Este año los priostes principales serán la Policía Nacional y el Mercado 3 de noviembre”.
Marcos Pérez. Arzobispo de Cuenca.
Organización
Desde 1987, el monasterio se hizo cargo de organizar el Pase del Niño en conjunto con Doña Rosa Pulla (+), quien era una de las principales mantenedoras desde 1971.
En 1991, la entonces madre priora, Leonor María del Espíritu Santo conformó además el grupo ‘Hermano Miguel’, para cumplir con los preparativos del Pase del Niño, que se inician en agosto de cada año y cada vez gana más devotos sumando miles de fieles.
“La organización la hacía nuestra madre Leonor, quien siempre ha querido mantener oculto lo que, por medio de ella, hacía el Monasterio. Con humildad, nuestra madre decía que, lo importante es que glorifiquemos a Dios. Con doña Rosa Pulla se organizaba y desde el Monasterio se daba todo lo necesario”, explica la superiora Ana María del Niño de Praga.
Con emoción en su rostro, cuenta que la hermana Leonor les ha heredado los invaluables conocimientos sobre cómo hacer el pan de pascua y cómo elaborar los elegantes ropajes bordados para el niño, una labor que ellas preservan y la transmitirán a las próximas generaciones.
Así, las madres Carmelitas resumen en una prenda todo su amor por el Niño Jesús. Cada obra de las madres es una súplica a Jesús y cada oración va por las familias ecuatorianas, ante la inseguridad que atraviesa el país.
“Para que nos acerquemos más a Dios, porque todo esto nos viene porque nos vamos alejando de nuestro creador”, dice sor Ana María del Niño de Praga de las Carmelitas.
El Monasterio de las Carmelitas guarda una historia de 341 años. La primera comunidad de monjas inicio la vida claustral en Cuenca en 1682, en la fiesta de la Asunción.
Grupo Hermano Miguel cumple rol de ayuda social
Toda colaboración o limosna que ingresa para el Niño Viajero, las madres Carmelitas la destinan para el Pase del Niño y para los agasajos.
El sábado de la semana pasada, se llevó a cabo el homenaje a 200 niños que recibieron ropa, un juguete y su fundita de caramelos “que para ellos es el símbolo de la Navidad, que está representado en el Niño Viajero”, dice Cristian Velecela, miembro del Grupo Hermano Miguel desde hace 26 años.
Señala que otra de las tradiciones es la entrega de la chicha que se elabora en coordinación con la Comisión Pastoral.
Cristian Velecela, miembro del Grupo Hermano Miguel, en la iglesia del Carmen de la Asunción, en la Plaza de las Flores. XCA
“El pasado domingo fue la bendición de los 10 mil litros de chicha en la casa de la señora Patricia Pulla, que es la cabeza del movimiento. Durante el pase, las personas de la Pastoral se colocan en lugares estratégicos a la largo de la calle Bolívar para repartir la bebida y el pan”, explica Velecela.
Agrega que, el día 24 de diciembre también se brinda el almuerzo a toda la gente que se acerca al Monasterio del Carmen de la Asunción.
“Este año es especial. Porque estamos a tres años de la pandemia, porque 24 cae domingo y porque Cuenca es la ciudad número uno para vistas de turistas”, indica Velecela.
Para el próximo año, el grupo prevé retomar el nacimiento vivo y congregar nuevamente a miles de fieles que llegan desde distintas provincias en la Navidad. (PNH)-(I)
DATOS
- El programa inicia hoy 24 de diciembre de 2023, a la 07:00: con el sobrevuelo del Niño Jesús en helicóptero por las calles del Centro Histórico. A las 08:30 se celebra la eucaristía.
- A la medianoche de este 24 de diciembre se celebra la tradicional Misa de Gallo, en la iglesia del Carmen de la Asunción en la Plaza de las Flores.