En cada lugar del mundo, desde Canadá hasta la Patagonia, diciembre se viste de luces, alegría y color. Navidad es la época más esperada del año para los niños, jóvenes y adultos. Nace Jesús del vientre de la Virgen María, el Salvador, el Mesías, símbolo de amor, paz y unidad.
Las festividades de navidad representan el momento perfecto del reencuentro, de la reconciliación. Las familias se congregan, los hijos retornan a casa, los amigos concurren como hermanos para celebrar el nacimiento de Dios. Tiempo favorable y propicio para reconocer nuestros errores, pedir perdón y perdonar de corazón. Pensando más en dar que en recibir, en amar y permitir ser amados.
Es la gran oportunidad para agradecer al Creador, por la vida, salud, la familia, pruebas superadas y bendiciones recibidas. Entre deliciosos manjares, música y regalos, llega el tiempo para recargar energías, hacerse nuevos propósitos y prepararnos para el año nuevo, pero también es el momento para la pausa, el descanso y la reflexión.
«Hoy, en la ciudad de David, nos ha nacido un Salvador: El Mesías, el Señor» (Lc 2,11). La ciudad referida en el Evangelio de Lucas es Belén de Judá, a la que debemos acudir presurosos, como lo hicieron los pastores, apenas escucharon el anuncio de los Ángeles. Ellos lo reconocieron durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales. Retornaron alegres alabando a Dios y dándole gracias por lo que habían visto y oído.
“Un grito de júbilo resuena en nuestra tierra; un grito de alegría y de salvación. Hemos oído una palabra buena, una palabra de consuelo, una frase rezumante de gozo, digna de todo nuestro aprecio. Exultad, montañas; aplaudid árboles silvestres, delante del Señor porque llega. ¿Quién tendrá corazón tan de piedra que, al oír este grito, no se le derrita el alma? ¿Se podría anunciar mensaje más consolador? ¿Cuándo se ha oído algo semejante? Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de Judá”. Este exhorto de Bernardo Abad, Santo y Doctor de la Iglesia es apropiado para esta Navidad 2023.
Navidad es el milagro, de pararse en cada puerta; y saber si nuestro hermano, necesita nuestro pan…
¡Felices pascuas de Navidad estimado lector!