A pocos días de terminar el año 2023, es necesario realizar un balance acerca de aquellos acontecimientos internacionales y nacionales que han influido en el normal desarrollo de la sociedad.
Desde lo exterior, 3 eventos marcan el año, y no necesariamente con buenas noticias. En primer lugar, la continua agresión de Rusia contra Ucrania, que ha causado importantes bajas civiles, así como daños en infraestructuras y la consecuente contaminación ambiental, conflicto que no tiene fecha cercana de solución. En segundo lugar, la escalada de violencia en la Franja de Gaza, con condenables ataques por el grupo armado Hamás, y la respuesta del ejército israelí, que deja sangre y fuego. Y, por último, la crisis climática que atraviesa el mundo, la cual ha tenido una respuesta a partir de los compromisos de los líderes en la COP 28, pues se ha decidido poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles e iniciar una transición hacia energías renovables, sin embargo, no tenemos certeza la duración de este proceso.
Mientras que, a nivel nacional, el país se ha visto convulsionado a partir de una crisis política, económica y de seguridad.
El 2023 nos ha dejado 2 presidentes, uno que no pudo terminar su mandato, Guillermo Lasso Mendoza, quién usó por primera vez la figura constitucional de la muerte cruzada, y otro que deberá terminar su mandato, Daniel Noboa A., quién es el presidente electo más joven de la historia democrática del Ecuador.
Además, el país estuvo casi 6 meses sin el Poder Legislativo, y el presidente Lasso gobernó a través de Decretos Leyes, los cuales tuvieron su contrapeso en el control de la Corte Constitucional, quién se convirtió en actor “político” relevante.
A nivel económico, si bien es cierto, el anterior gobierno realizó una reforma tributaria para que no afecte el bolsillo de los ciudadanos, lo cierto es que la caja fiscal sufrió serios apuros a finales del año, por lo que Noboa debe plantear una nueva estrategia para 2024.
Y, por último, la inseguridad en el país deja una escalada de violencia de grandes dimensiones y por si fuera poco, se ha confirmado a través del caso “Metástasis” que, algunos elementos en la administración de justicia, las fuerzas de seguridad del Estado, el foro de abogados, entre otros, están corrompidos por el crimen organizado.
Desde este espacio auguro mejores días para la sociedad, a través de acciones que permitan garantizar la paz y la justicia social. (O)