Con mucho ruido, fuegos pirotécnicos, música, bailes, algarabía, pero, por sobre todas las cosas, esperanza en un año venidero fructífero y cargado de condiciones favorables, recibimos a este 2024, año del cual hasta el momento hemos podido gozar de cinco días ligeramente convulsionados por los conflictos políticos nacionales, la imperante inseguridad que no se trata de un simple tema de percepción como se pretendió manifestar en un momento y ciertos aspectos climáticos que hoy en día nos muestran con otros ojos aquel paisaje desértico que observamos semanas atrás.
Conforme vayan transcurriendo los días habremos de perfilar un trayecto que nos acompañará durante este nuevo ciclo solar y, sin prestar mayor reparo, estaremos sentados con unas cuantas fechas más sobre nuestros hombros mirando aquella experiencia a la que le llamamos vida y sus condiciones circundantes.
Propósitos, aspiraciones, metas, proyectos, objetivos y todo cuanto nos hayamos planteado hace tan solo unos pocos días atrás, podrán verse materializados únicamente si es que dentro de nuestros actos aprendemos a llenarnos de coraje, perseverancia, buenas intenciones y, por sobre todas las cosas, paciencia.
Hoy iniciamos un nuevo ciclo de tiempo denominado como año calendario, lo que suceda en los próximos doce meses va a depender de muchos factores, sin embargo, la manera en la que enfrentemos los sucesos estará únicamente en nuestras manos.
X: @mpiedra0768