El agradecer está anclado en légamo receptivo de almas nobles. El morder la mano del que generosamente da, solo se ve en la inicua y detestable dentadura de un descastado rastrero. Cuenca y nosotros los cuencanos, somos casta de hombres especiales dentro del policromo Ecuador. Ciudad noble, de ancestros y de alcurnia, donde el nombre de los viejos forjadores de honestidad y sabiduría, se respetan con la vida. Ciudad de murmullos de rio y de amaneceres de cerros de cobrizos detalles. Ciudad de gente buena que siente el amor y la honesta vida, en su mismo pellejo blanco, mestizo e indiano, conjugados colores de bandera de prosapia.
En días de revuelta, muerte, angustia y albañales que estamos pasando como herencia de un mequetrefe, debemos como Cuenca y nosotros, sus hijos, agradecer con un solo grito de pundonor y altura. Gracias a personajes que tienen ya su puesto en la historia republicana. DIANA SALAZAR MENDEZ, fiscal general del Estado, bella mujer con temple de hierro, que lucha incansable ante la maleza correísta y narco que se infiltró en niveles inimaginables gracias al visto bueno y asociación de infelices a los que les espera la cárcel. Con honesto chaleco de protección y pruebas claras, sola, óigase bien, sola, lucha en batalla desigual y peligrosa y va ganando a mafias internacionales que empiezan a caer con apoyo del estado y su presidente, DANIEL NOVOA AZIM, al que también nuestro corazón, aparte de admirado, tiene que postrarse en agradecimiento ante acciones y especiales conceptos de nuestra Cuenca. Apenas emprendió su gobierno, dio señales de estadista moderado pero recio. Empezó a desmarañar la justicia podrida de coimas y flagrantes libertades por el dinero del narco. Policía y ejército fueron convocados y depurados. Cárceles controladas ya y arrebatadas incruentamente de las garras de los pandilleros, drogados y brutales. Las botas de comprometidos militares, claramente visibles apretando cuellos y gargantas de pandilleros. Otros cientos de acciones que gastarían líneas en solo nombrarlas, pero ahora tengo que levantar mi voz de agradecimiento, pues es la voz generalizada de mi Cuenca. El presidente Novoa, en maravilloso discurso, nos pone flores en nuestro pecho hidalgo y repite lleno de pasión que Cuenca es única y mejor ciudad de la república. Que en ella se cultiva cultura y honor. Que vuela en sus aires la gloria del pensamiento universal y republicano, con el talento de sus hijos. Que es la madre que orgullosa pare día a día la intelectualidad y raigambre y la nombra sede de la VIGESIMA NOVENA CUMBRE DE PRESIDENTES Y JEFES DE ESTADO. GRACIAS PRESIDENTE. (O)