China arremetió hoy 1 de febrero de 2024 contra la decisión del Pentágono de añadir a más de 20 empresas, entre ellas compañías tecnológicas y de telecomunicaciones, a una lista que señala a entidades por estar colaborando con las Fuerzas Armadas chinas.
«Nos oponemos firmemente a esa generalización del concepto de seguridad nacional que hace Estados Unidos, estableciendo listas discriminatorias en varias categorías para reprimir injustificadamente a las empresas chinas«, protestó hoy el portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin.
El vocero aseguró que este tipo de decisiones «socavan la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos» y apuntó que la medida de Washington «viola los principios de competencia de mercado y las reglas económicas y comerciales internacionales de las que siempre ha hecho alarde».
Por ello, instó a Estados Unidos «a corregir de inmediato» estas «prácticas discriminatorias» y a «proporcionar un entorno justo, equitativo y no discriminatorio para que operen las empresas chinas».
«China seguirá salvaguardando firmemente los derechos e intereses legítimos de sus empresas. Además, la medida va en contra de la confianza de las empresas extranjeras para invertir y operar en Estados Unidos, y también daña los intereses de las empresas e inversores estadounidenses. Es una medida que, a la larga, va en contra de los intereses de EE. UU.», agregó.
Según el Pentágono, el Gobierno chino está llevando a cabo una estrategia de fusión «civil-militar», para modernizar sus Fuerzas Armadas por medio de la compra de «tecnología avanzada» a compañías, universidades y programas de investigación chinos «que aparentan ser entidades civiles».
Las empresas que fueron agregadas a la lista hoy, entre las que están Megvii, dedicada la Inteligencia Artificial, la compañía de análisis de datos Global Tone Communication y la desarrolladora de softwares de reconocimiento facial CloudWalk Technology, formarían parte de esta «fusión».
Wang contraatacó hoy al asegurar que el Gobierno estadounidense es «el principal promotor de la política de integración militar-civil», la cual «se remonta a antes de la Primera Guerra Mundial».
«El Departamento de Defensa de Estados Unidos instaló oficinas en importantes ciudades tecnológicas como Silicon Valley para guiar a las empresas de alta tecnología a acelerar la militarización y la implementación de la tecnología. Muchas grandes empresas multinacionales estadounidenses son fusiones militares y civiles, y su alcance comercial y tipos de productos abarcan los campos militar y civil», acusó.
La decisión del Departamento de Defensa de agregar las empresas a esta lista se engloba en medio de los esfuerzos del Gobierno de Joe Biden por impedir que el Pekín adquiera o tenga acceso a tecnología desarrollada por individuos o empresas estadounidenses.
En agosto del año pasado, Biden firmó una orden ejecutiva que impuso límites a las inversiones estadounidenses en ciertas empresas tecnológicas chinas, citando amenazas a la seguridad nacional de EE.UU. EFE