Casa Yangoe, un espacio en Cuenca para los campesinos y artesanos del Ecuador

Un espacio para los productos orgánicos, los objetos artesanales y el precio justo: estas son las consignas con las que se fundó Casa Yangoe, un sitio en donde los campesinos y los artesanos del Ecuador reciben el valor real por lo que siembran, cuidan, cosechan y crean.

La vivienda patrimonial, que se emplaza en las calles Benigno Malo y Larga, se abrió al público en el 2021, luego de un proceso de restauración y de un proyecto agroecológico que empezó la familia de Carolina Vázquez, cofundadora de Casa Yangoe, en la provincia de Pichincha hace casi una década.

El proyecto consistió en obtener alimentos, respetando el ciclo natural que está detrás de la agricultura, sin alterarla a través de químicos, cuidando la tierra, y comercializándolos al precio que realmente deben pagar los consumidores y a los agricultores.

Inspirados en la finalidad de la idea que surgió de la familia de Carolina, se pensó en un lugar en el que no solo se puedan reunir y comercializar los alimentos de los productos ecuatorianos, sino, asimismo, artesanías. Así nació Casa Yangoe.

“Lo que nosotros hemos hecho es alianzas para un comercio justo. Trabajamos con más de treinta fincas orgánicas y con más de cien artesanos. Lo que nosotros queremos es ser una vitrina para los campesinos y para los artesanos”, dijo Carolina a diario El Mercurio.

Desde conservas, cervezas artesanales, ponchos, hasta carteras, bolsos, camisas de distintas partes del Ecuador se encuentran en Casa Yangoe. Para comercializarlos, lo único que solicitan los administradores del espacio es que los productos sean completamente orgánicos y que sean los propios artesanos los creadores de sus objetos.

Este último requisito es indispensable para el lugar porque lo que se busca es que no haya intermediarios, que el precio que se paga por una artesanía se lo entregue completamente al artesano.

Una etiqueta para informar

Una de las características que tienen todas las prendas y objetos artesanales que se exhiben y comercializan es una etiqueta en la que consta el nombre de la familia que los elaboró, su procedencia y las horas que les tomó crearlos.

La razón de esto, explicó José Arias, administrador de la casa, se debe a que es necesario que los consumidores sepan lo que está detrás de un objeto artesanal. Solo una vez que el público tiene conciencia del trabajo que se tiene que cumplir para elaborar las artesanías o las prendas a mano, entienden el valor de los objetos.

“Nosotros sabemos del trabajo que cumplen los artesanos porque nosotros para comercializar sus obras vemos lo que hacen, visitamos sus espacios. Lo mismo hacemos con los productos orgánicos. Hacemos inspecciones porque queremos productos completamente orgánicos y artesanías sin intermediarios”, dijo José.

Con todas sus consignas establecidas, Casa Yangoe pretende convertirse en la vitrina de los artesanos y de los campesinos que trabajan bajo condiciones que a veces son adversas y que no son reconocidas por los consumidores al momento de pagar por lo cosechado o creado con las manos. (I)  

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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