En el puente de Brooklyn han sido filmadas películas como Over the Brooklyn Bridge, Tarzan, Godzilla, The Amazing Spiderman 2, Soy Leyenda, Cloverfield, entre otras; este puente derrocha gran potencial de la arquitectura, ingeniería civil, estructural y eléctrica. Por el puente de Brooklyn cruzan a diario unas 4.000 personas a pie, un lugar que se debe conocer si visita Nueva York.
Bajo este contexto llegar a este espacio resulta ser de gran emoción dado que por este puente camina gente del mundo; son varias nacionalidades y culturas que forman parte de este lugar.
Mientras la gente camina, unos a paso lento porqué van en calidad de turistas y otros, a paso firme y contra reloj para llegar a Manhattan -a sus oficinas y fábricas- debajo de las grandes estructuras de acero los carros desafían la velocidad a pura adrenalina.
Puente con 1.834 metros
Un total de 1.834 metros cuadrados tiene este puente conocido por ser uno de los más grandes del mundo.
La historia cinematográfica evidencia que éste es el escenario predilecto para el rodaje de producciones musicales, séptimo arte y programas de televisión.
Para un turista sesenta minutos son necesarios para caminar sobre este puente imponente y hermoso que en las noches brilla como las estrellas del cielo.
En este espacio no hay horarios, pareciera que el tiempo se detiene para ver la majestuosidad de New York City con sus cinco distritos: Manhattan, Queens, Brooklyn, Staten Island y el Bronx.
Fotos espectaculares
Entre los turistas no faltan aquellos avezados que parecieran no temer a nada, ni a nadie, y que los retos son parte de su ADN, aunque esta prohibido subirse en las estructuras del puente lo hacen para registrar las mejores fotografías que captan esas emociones de los recuerdos de un viaje a New York. Con sinceridad hay que sacarse el sombrero con algunos de esos turistas que registran fotos de lujo, totalmente envidiables. Y no solo fotos sino videos en vivo para las distintas redes sociales.
Aunque todo lo referido parezca una hazaña un solo paso en falso o un desequilibrio propio de la adrenalina costaría la vida. Con 26 metros de ancho y 39 metros de altura este puente se convierte en el blanco perfecto de personas con problemas de depresión o inestablidad emocional, por eso, es importante la labor de seguridad que brinda la policía.
Los puentes unen ciudades y ahorran tiempo
El puente de Brooklyn que se impone sobre las aguas del río Este es una vía clave para facilitar la vida de quienes residen en los distritos de Manhattan y Brooklyn. Gracias al puente los trabajadores llegan a sus destinos laborales en 30 minutos, un factor importante en un país grande donde las distancias son impresionantes.
Todos los días sobre este puente caminan unas 4.000 personas, 2.600 bicicletas y unos 100.000 autos, ojo este dato no contempla a las personas que hacen de este puente su destino de trabajo. Hay fotógrafos de la vieja guardia que con las cámaras profesionales sacan imágenes que uno ni siquiera sospechaba que era parte de su inspiración profesional. Los más amigables a la tecnología y sus facilidades, registran los mejores momentos en la rueda de 360 grados, espacio donde la imagen en movimiento capta el glamour de las mujeres que lucen sus preferencias de moda al son del reguetón.
Sobre el piso de madera en los extremos del puente, de lado a lado, hay mesas con diversidad de productos. Gente latina y de otras nacionalidades del mundo -en sus idiomas y con sus dialectos- persuaden a los turistas llevarse consigo algún recuerdo que evidencie su paso por el puente de los famosos. Entonces, no faltan los llaveros, las obras de arte callejero donde sobresalen los grafitis y los dibujos de moda, ropa para abrigarse de las corrientes frías del East River, adornos para la refrigeradora, manualidades, bolsos y otros detalles perfectos que la familia manda para quienes se quedaron en Ecuador. Esos pequeños detalles tienen precios que van desde 1, 5, 10, 20 dólares.
A la intemperie y a merced del frío o del calor -dependiendo la temporada- cada comerciante se gana la vida vendiendo sus productos. De entre todos ellos, siempre hay alguien que sobresale por su manera de ser, al finalizar el recorrido del puente encontrarán al oriental, al que no le faltan frases amables para sus clientes, en especial, palabras poéticas y en su idioma para todas aquellas mujeres que derrochan su sensualidad en zapatos deportivos o de taco fino.
En definitiva, este puente es una verdadera pasarela de moda que encanta a propios y a extraños como yo, que solo estamos de paso. Quienes ya han hecho patria en estas ciudades no dejan de divertirse a su manera, celebran fechas especiales con sesiones de fotos en las que son ellas las estrellas de Hollywood en un puente lleno de historia y fama; aperturado desde 1883. Catorce años de construcción le tomó a John Augustus Roebling, ingeniero y arquitecto, responsable de esta obra de arte; que es un símbolo emblemático de la Gran Manzana.
Dumbo, el barrio turístico de Brooklyn
Dentro del puente no se expenden alimentos, pero al entrar o salir del puente ya sea con destino a Brooklyn o Manhattan hay variedad de carritos que venden alimentos, allí se puede saborear la comida típica americana, pero también la de México y de los indús. Basta con bajar las gradas del puente para encontrar el primer carrito de comida y a tan solo unos cinco minutos de caminata, al llegar al cruce de las calles Washington Street y Water Street estará pisando Dumbo, el barrio turístico de Brooklyn donde se registran las más hermosas imágenes de los puentes de Brooklyn y Manhattan; sin duda este será el destino final del recorrido. Allí no solo encontrará cadenas de restaurantes italianos, cafeterías, galerías, tiendas tecnológicas y boutiques exclusivas donde el tiempo será su peor enemigo.
Dumbo es un nombre acrónico Down Under the Manhattan Bridge Overpass que evidencia la huella de la zona industrial de Brooklyn a orillas o alrededor del río Este, que en las noches resguarda la belleza arquitéctonica de los puentes de Manhattan y Brooklyn. Los diseñadores, artistas y arquitectos convirtieron sus galpones en oficinas de trabajo de donde se puede apreciar la belleza del skyline de Manhattan; así que vale la pena estar allí.
Amor a orillas del East River
Está aventura fue posible gracias al cariño y generidad de mis primas Silvana y Lorena quienes en una tarde de chicas me permitieron conocer de este barrio con profunda historia. Mientras nosotras disfrutábamos de la familiaridad y amistad, evidenciamos una declaración de amor de una pareja americana, allí a orillas de las aguas frías del río Este esos enamorados se comprometieron en matrimonio con anillo y todo el romantismo que provoca ese lugar mágico de luces, piedras, naturaleza y agua.
Estas y otras vivencias son parte de la cotidianidad de la gente nacida y de la que vive en los Estados Unidos, así también de experiencias escritas en este especial de una turista como yo, que se queda con esas vivencias para compartirlas con ustedes respetables lectores.
