La mayoría de las personas en Ecuador no cuentan con un empleo pleno, trabajan en la informalidad.
Este 1 de mayo, Ecuador conmemora del Día del Trabajador, fecha a la que el país llega con apenas 3 personas, de cada 10, que cuentan con un empleo pleno, es decir, en el que se les otorgan todas las prestaciones de ley, reciben como mínimo el salario básico y están afiliados a la seguridad social.
A mediados de marzo pasado, el presidente Daniel Noboa aseguró que desde que se aprobó la Ley de Eficiencia Económica y Generación de Empleo, en diciembre del 2023, se crearon 63.890 empleos nuevos, pero las cifras oficiales no concuerdan con este dato.
En realidad, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el primer trimestre del 2024 el desempleo se incrementó; en comparación con el mismo período del 2023, 22.394 personas se quedaron sin trabajo; mientras que, si se compara con el último trimestre del 2023, 42.818 ecuatorianos dejaron de tener empleo.
En cuanto al empleo pleno, entre el último trimestre del 2023 y el primero del 2024, 94.083 personas perdieron este tipo de trabajo, 35.115 de estos pasaron al sector de la informalidad.
De las 13 millones 200 mil personas en edad de trabajar y de los 8 millones 500 mil ecuatorianos que integran la población económicamente activa, en febrero del 2024 apenas 3’226.772 estaban registrados en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), la cantidad se redujo, frente a enero de este mismo año, en 0.27%.
Angie Toapanta, del Centro de Defensa del Derecho al Trabajo, recalcó que apenas el 2,39% de los ecuatorianos está sindicalizado, lo que significa que la gran mayoría no tiene la posibilidad de defender sus derechos de forma colectiva, frente a los abusos de los empleadores.
Los más afectados
De acuerdo con las estadísticas del INEC, los sectores menos favorecidos con un empleo pleno están en las zonas rurales, son mujeres o jóvenes, esto no significa que estén desempleados, sino que cuentan con trabajos precarios o informales.
Según los datos proporcionados por el economista Santiago García, el 73% de la población joven de Ecuador (15 a 29 años) se encuentran en busca de trabajo, apenas 31% tiene un trabajo estable.
Mientras que, entre las mujeres, solo 1’363.661 cuentan con trabajo estable y están afiliadas al IESS, frente a 1’863.111 hombres que gozan de un empleo pleno y cuentan con todas las prestaciones, la diferencia es de más del 25%.
Aunque la tasa de desempleo en el sector rural es más baja que en el urbano, se ubica en 1,3%, frente al 5,6% en las ciudades, la diferencia radica en que en el campo apenas el 16,8% goza de un empleo pleno, frente al 44,8% de quienes tienen un trabajo de este tipo en las zonas urbanas.
Un tirón de orejas al Gobierno
Este 1 de mayo del 2014, en varias ciudades del país, las organizaciones que integran el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) realizarán una marcha para conmemorar este día.
En esta ocasión, la marcha del 1 de mayo, a diferencia de otros años, no será solo para exigir derechos, sino también para festejar lo que José Villavicencio, presidente del FUT, calificó como un triunfo y “tirón de orejas al Gobierno de Daniel Noboa”, pues en la pregunta E de la Consulta Popular el No obtuvo el 70%, es decir, se rechazó masivamente el contrato de trabajo fijo y por horas.
“El pueblo se ha pronunciado a favor de la seguridad y del trabajo digno, ahora estaremos vigilantes, pues lo decidido es vinculante y mandatorio para el Gobierno de Daniel Noboa”, afirmó Villavicencio, quien además pidió a los trabajadores que salgan a las calles este 1 de mayo.
Aunque desde hace varios años en la academia y en el sector empresarial se ha solicitado la flexibilización laboral, para permitir un mayor acceso al trabajo formal, los expertos coincidieron en que la propuesta de la Consulta Popular carecía de claridad sobre la forma en que se regularía los nuevos contratos, por lo que el temor de volver a abusos, como los de la tercerización en los 90, llevó a los ciudadanos a votar por el No.
Cuenca, una situación diferente
Frente a las cifras de empleo desalentadoras que se registran en el país, Cuenca, en la provincia del Azuay, es un capítulo aparte, tiene la tasa de empleo pleno más alta del país, con el 55,7%; mientras que el desempleo se ubica en 4,3%, muy cerca del promedio nacional, del 4,1%.
Además, los cuencanos tienen el salario promedio más alto de las ciudades analizadas, con USD 533 mensuales; y el subempleo alcanza apenas el 25%, cuando en el resto país es del doble.
Para el economista Rodrigo Mendieta, la economía robusta de la que goza Cuenca se debe principalmente a que tiene un gran sector exportador industrial; además de que su comercio está activo; al ser un polo regional, se mueve con las economías de Cañar y Loja; y ha sabido promover su sector turístico.
“Hay que sumarle el hecho de que es la zona que más remesas recibe; en 2023, el país rompió un récord con la llegada de dinero del exterior, con USD 5.000 millones, de esta cantidad, USD 2.000 millones llegaron al Azuay, eso es un factor importante para dinamizar la economía”, puntualizó el experto.