El nombre del cuencano Pedro Benalcázar sorprendió en el último Campeonato Mundial de BMX, que se disputó en Rock Hill, Estados Unidos.
El azuayo obtuvo el título de la categoría sub-23 y gracias a su accionar la bandera del Ecuador flameó lo más alto posible en este certamen ecuménico.
Este tipo de triunfos le han sido esquivos a Benalcázar, que se prepara desde los 16 años en este mismo escenario.
Comparte entrenamientos y momentos de amistad con su coterráneo Alfredo Campo, quien también se desempeña como su estratega.
De acuerdo con el cuencano, este primer lugar se dio gracias al sacrificio por sus arduos entrenamientos, por su dieta estricta y el esfuerzo de sus padres que han creído en él
Al momento de llegar a la meta como campeón mundial, gritó: “pero fue un grito de desahogo por muchas cosas, y a la vez de alegría”.
Diario El Mercurio se contactó con el cuencano, de 20 años, quien se encuentra entre los monarcas del BMX a escala mundial. El bicicrosista local contó sobre los detalles de este campeonato y qué proyectos se ponen al frente. Por el momento, hizo una pausa a su planificación para renovar fuerzas. En Estados Unidos tuvo el apoyo de sus padres (Darwin Benalcázar y Manuelita Guerrero).
Mencionó que en este camino han existido malos y buenos momentos. Agradeció por la confianza de sus anteriores entrenadores Paúl Valdivieso, Guillermo Suquisupa y Érick Loor.
Su momento del título y proyectos
¿Cómo califica este título mundial en el BMX?
Contento porque por fin se me dio. Feliz también porque se plasmó este objetivo en el lugar donde estoy ya cuatro años viviendo. Sabíamos las condiciones en las que nos íbamos a enfrentar con los otros países y al final se concretó lo que por varios años los buscamos.
Entrenábamos en este escenario cuando había lluvia, viento y en todas las condiciones posibles. Hubo un poco de presión, pero la supimos manejar.
¿Confiaba en obtener el primer lugar en una pista conocida?
Confiado no, pero gracias al campamento de entrenamiento que hice junto a Alfredo Campo. Lo dimos todos en las prácticas, todo lo planificado lo pusimos en la pista. Fueron dos días intensos de carreras, pero cada veníamos bien.
En el entrenamiento nos enfocamos en la salida, eso me ayudó. También lo mental trabajamos fuerte. Necesitaba creer que esto era posible. Dominar todos los heats ayudó para tener un día tranquilo.
Al llegar a la meta, ¿su grito fue de desahogo o de felicidad?
(Sonríe) Creo que en ese momento sale lo que está en el corazón de una. Sonábamos con esto y fue duro conseguirlo. A la vez se puede representar alegría porque no es trabajo solo de mí, sino que también varias personas creyeron en mí.
¿Qué sintió cuando recibió el buzo de campeón y sonó el Himno de Ecuador?
Se me vino a la mente cuando vi que el ‘Alfredito’ fue campeón mundial junior. Ese momento fue el comienzo de mi carrera. Él ha sido la persona que creyó en mí, es parte de esto. He entrenado los últimos años con él. Cuando terminamos de entrenar con Alfredo, tenemos un término de felicitación: “frito el pollo” (sonríe). Con esto hacemos alusión de que ya se acabó.
¿Qué hizo luego de la carrera?
Vivo con un amigo que se llama Cole Tesar. Con él nos fuimos a un restaurante de la zona a comer una comida conocida como Chipotle. Comimos en el carro, no hubo tanto festejo. Eso hacemos siempre después del entrenamiento. Hay que seguir las tradiciones.
Con este título mundial. ¿Qué proyectos se vienen para Pedro Benalcázar?
Hay más responsabilidades. Seguiremos en el mismo camino, con el mismo entusiasmo en los entrenamientos. Que esto sirva como motivación para llegar en buen estado a la categoría élite. El Campeonato Mundial era la carrera más importante. Estamos analizando algunas competencias, pero estamos a la espera.
Mi meta también fue escalar en el Plan del Alto Rendimiento y no ser tanto una carga para mis padres. Después de un día de quedar campeón, tuve la llamada del ministro del Deporte, Andrés Guschmer. Tuve buenas noticias.
¿En el 2025 pasará a la categoría élite?
Es una decisión que la debo tomar con mi entrenador. Tengo que esperar para terminar el año y analizar mi situación. Hay que tener calma. La meta también es clasificar a los próximos Juegos Olímpicos. Han sido duros los cuatro años que he estado en Estados Unidos. Siempre habido malos y buenos momentos.
¿Cuándo vendrá a su ciudad natal?
Por el momento seguiré en Estados Unidos unos meses más. Espero que pronto pueda llegar a mi ciudad y estar con mi familia y amigos. Espero que esto sea una motivación para que haya más campeones azuayos.
Espero que la renovación de la pista sea una realidad y eso nos ayude para seguir creciendo y hacernos escuchar a nivel mundial.