El poder de pertenecer

Cecilia Ugalde Sánchez                                  @ceciliaugalde

La semana pasada tuve el gusto de asistir a la inauguración de la exposición de arte del Taller

Bai-Hui, un espacio donde el arte y la amistad convergen de manera mágica. Este evento lleno de creatividad evidenció una verdad fundamental: pertenecer a un grupo y dedicarse a actividades que nos llenan la vida tiene un impacto profundo y positivo en nuestro bienestar.

Casi siempre subestimamos el valor de formar parte de un grupo, o de dedicarnos a hobbies que nos apasionan, sin embargo, la investigación en psicología positiva, liderada por autores como Martin Seligman, demuestra que estas actividades pueden mejorar significativamente nuestra calidad de vida. Seligman, en su libro “Flourish” (2012), argumenta que el bienestar se construye a través de cinco elementos esenciales: emoción positiva, compromiso, relaciones, significado y logro. De esta manera, pertenecer a un grupo toca cada uno de estos elementos, proporcionando una red de apoyo, un sentido de propósito y múltiples oportunidades para experimentar la alegría y el logro.

La psicóloga Barbara Fredrickson también apoya esta idea en su teoría de la ampliación y la construcción (1998), la cual sugiere que las emociones positivas, como las que surgen de participar en actividades gratificantes, no solo nos hacen sentir bien en el momento, sino que también amplían nuestro repertorio de pensamientos y acciones, y construyen nuestros recursos personales a largo plazo.

Pablo Picasso en alguna ocasión dijo: «El arte lava del alma el polvo de la vida cotidiana». En Bai-Hui, este lavado ocurre con alegría, risas y, evidentemente, con mucho color. Busquemos actividades que enriquezcan nuestras vidas y nos conecten más profundamente con nosotros mismos y con los demás. (O)