En la pequeña comunidad Gulaquin, a cinco minutos del cantón Déleg, nació José Quizhpi Suquisupa, hace 45 años. Su historia es una crónica de superación, que muestra las realidades del sueño americano y el inquebrantable espíritu de un emigrante que no ha olvidado sus raíces.
Desde temprana edad, la vida misma le enseñó lo que es la resiliencia y la determinación. Su labor con Déleg en los últimos años demuestra que el éxito no se mide solo en logros personales, sino también en la capacidad de inspirar y apoyar a otros.
Historia
José era un adolescente de 14 años cuando en 1994, junto a sus padres, dejó Ecuador para migrar de manera regular a Estados Unidos. A los 12 años, fue diagnosticado con leucemia y aunque recibió tratamiento en el país, la tecnología médica no era tan avanzada como en Norteamérica, donde ya existía una cura.
A los 15 años recibió un trasplante de médula ósea, una experiencia que, lejos de debilitarlo, lo fortaleció y le impulsó a marcarse un camino de cara al futuro, venciendo obstáculos como el idioma y las barreras culturales.
“Hace 30 años, el idioma (inglés) fue una barrera enorme. No había tanta facilidad como hoy. Además, cuando llegué a Estados Unidos mi hermano tenía tres meses de edad, mis padres tenían que trabajar y me visitaban en el hospital una o dos veces a la semana», recuerda José.
La soledad y el aislamiento fueron sus compañeros, pero su recuperación fue solo el comienzo. A los 18 años, decidió valerse por sí mismo en un país donde los empleos para los migrantes están en la agricultura, construcción, servicios o transporte.
Primer trabajo
«Mi primer trabajo fue lavar platos, pero no aguanté una semana», relata. Las duras condiciones laborales, como las altas temperaturas de las máquinas lavaplatos, el esfuerzo físico, las largas jornadas, le enseñaron rápidamente las realidades del “sueño americano” y pensó que, si iba a hacer un sacrificio, tenía que ver los resultados para sí mismo a corto o largo plazo.
José decidió incursionar en bienes raíces hace 16 años. Con un capital inicial de 100 mil dólares adquirió una primera vivienda en Estados Unidos. En la actualidad posee propiedades de renta tanto en Ecuador, como en el país del norte.
“Día del Migrante”
El éxito de Don José no se mide solo en términos económicos. Su visión siempre estuvo en regresar a su natal Déleg, donde es uno de los promotores del “Día del Migrante”, que se celebra cada segundo domingo de agosto. En este 2024 se cumplirá la segunda edición el día 11.
Este evento rinde homenaje a los emigrantes que, como él, han contribuido al desarrollo del cantón.
«He colaborado con gente de escasos recursos económicos y he ayudado a escuelas en Cuenca, Nabón y Déleg«, afirma. Su filosofía de vida se basa en ser amable y responsable, ofreciendo oportunidades a aquellos que buscan sobresalir.
Con su apoyo, 12 ganaderos de la comunidad de San José De Bayandel en Déleg han emprendido en la creación de una fábrica de lácteos, que busca transformar la economía local.
Desde hace tres meses, ellos comercializan queso, yogurt y productos derivados de los lácteos bajo la marca San José de Bayandel, obteniendo una ganancia que, si antes era de 30 % o 40 % hoy es de 80 % para los productores.
Sin embargo, la visión de José firmar una asociación con los ganaderos para promover la exportación de esos productos. “Hay que ir por etapas. Hoy ya contamos con la fábrica y Bayandel es una comunidad en donde casi el 100 % de tierras es ganadera”, afirma con la convicción de que “sí se puede”.
Y es que “si tú no arriesgas, no ganas nunca, nada viene fácil, todo éxito requiere sacrificio y dedicación”, menciona.
Una vida entre dos países
Como muchos migrantes de su cantón, José divide su tiempo entre Estados Unidos y Ecuador. Viaja al menos tres veces al año a su país natal. Aunque ha hecho su vida en Estados Unidos con su esposa y dos hijos, nunca ha olvidado sus raíces.
Déleg es uno de los cantones con mayor migración del país. La mayoría de quienes se van son hombres, que se han establecido en Estados Unidos, su principal país de destino. Los que lograron regularización su situación migratoria regresan a su tierra solo en vacaciones cada año o cada dos años.
Déleg tiene unos 6.000 habitantes. El principal ingreso del cantón son las remesas y hay algunas actividades económicas como pequeños comercios, construcción, agencias de envíos, algunas cooperativas.
Don José planea retirarse laboralmente cuando cumpla 50 años de edad. Sin embargo, desde hace tres meses ha incursionado en otro negocio, que es la renta de vehículos.
Para los jóvenes que sueñan con un futuro mejor, tanto en Ecuador como en el extranjero, José tiene un consejo claro: «El éxito depende de la responsabilidad y el deseo de progresar. Siempre busquen ayuda y asesoramiento adecuado».
Su historia es un testimonio de que, con esfuerzo y dedicación, es posible superar las adversidades y alcanzar el éxito, sin importar dónde uno se encuentre. (PNH)-(I)
DATO
El “Día del Migrante” se celebra cada segundo domingo de agosto en el cantón Déleg. En este 2024 se cumplirá la segunda edición el día 11.
“En Estados Unidos hay que trabajar los siete días de la semana y por lo mínimo, unas 12 horas diarias. Eso es lo que llevo haciendo desde que comencé a trabajar a mis 18 años, pero gracias a eso he logrado lo que tengo”.
José Quizhpi Suquisupa. Migrante de Déleg.
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