La visión es uno de los sentidos más importantes en el desarrollo y el aprendizaje de los niños. Desde una edad temprana, los niños dependen en gran medida de su visión para adquirir información, ya sea a través de la lectura, la escritura, o la observación del entorno. Un problema visual no detectado puede tener un impacto significativo en el rendimiento académico de un niño, afectando su capacidad de aprendizaje y desarrollo general.
Es por ello que antes del regreso a clases en la región Sierra, es fundamental que los padres de familia realicen un chequeo visual preventivo a sus hijos. Este examen, señala el Dr. Alejandro Lalama, Jefe del Programa de Optometría de Óptica Los Andes (OLA), puede marcar una diferencia crucial en el futuro académico de los estudiantes, por las siguientes razones:
1. Detección de problemas visuales a tiempo
Un examen visual permite detectar problemas como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, y otras condiciones que pueden afectar la capacidad de un niño para ver claramente. Según diversos estudios, aproximadamente el 25 % de los niños en edad escolar tienen problemas visuales que pueden interferir con su aprendizaje. La detección temprana de estos problemas permite una intervención oportuna, lo que puede prevenir dificultades de aprendizaje más adelante.
2. Mejora en la lectura y la escritura
La lectura y la escritura son habilidades fundamentales en la educación. Los problemas visuales no corregidos pueden hacer que estas actividades sean difíciles y frustrantes para los niños. Por ejemplo, explica el especialista, la miopía puede dificultar la lectura de la pizarra en clase, mientras que la hipermetropía puede hacer que la lectura de libros sea cansada y dolorosa. Un examen visual puede identificar estos problemas y corregirlos con el uso de lentes, mejorando significativamente la capacidad del niño para leer y escribir con eficacia.
3. Aumento de la atención y concentración
Los niños con problemas visuales a menudo tienen dificultades para concentrarse en las tareas escolares. Esto se debe a que sus ojos se esfuerzan más para compensar la visión borrosa, lo que puede provocar fatiga ocular y dolores de cabeza. La corrección de los problemas visuales, asegura el Dr. Lalama, puede mejorar la capacidad de un niño para concentrarse durante períodos prolongados, aumentando su atención en clase y durante las tareas escolares.
4. Mejora en el rendimiento académico general
Numerosos estudios han demostrado que la corrección de los problemas visuales está asociada con una mejora en el rendimiento académico general. Los niños que ven claramente son más capaces de participar en clase, comprender mejor el material de estudio y realizar tareas de manera más eficiente. Esto se traduce en mejores calificaciones y una actitud más positiva hacia la escuela.
5. Desarrollo de habilidades motoras y coordinación
La visión también juega un papel crucial en el desarrollo de habilidades motoras y la coordinación ojo-mano. Los niños con problemas visuales pueden tener dificultades para realizar actividades que requieren precisión, como escribir, dibujar, o participar en deportes. “Un examen visual y la corrección adecuada pueden mejorar estas habilidades, facilitando un desarrollo más equilibrado y completo”, comenta el Jefe del Programa de Optometría.
6. Autoestima y Confianza
Los problemas visuales no corregidos pueden afectar negativamente la autoestima y la confianza de un niño. Los niños que luchan con tareas académicas debido a problemas de visión pueden sentirse menos capaces y experimentar frustración y ansiedad. Al corregir estos problemas, los niños pueden experimentar un aumento en la confianza y una actitud más positiva hacia sus capacidades y su entorno escolar.
Para garantizar que los niños tengan el mejor comienzo posible en el nuevo año escolar, es esencial realizar un examen visual completo. A continuación, el experto brinda algunas recomendaciones importantes:
- Programar un examen visual anual: Incluso si un niño no muestra síntomas de problemas visuales, es recomendable realizar un examen visual completo cada año. Esto permite detectar problemas que no siempre son obvios.
- Considerar la ergonomía del estudio: Ajustar la altura de la silla, la iluminación y la distancia de lectura puede reducir la fatiga ocular.
- Limitar el tiempo de pantalla: El uso prolongado de dispositivos electrónicos puede provocar fatiga visual digital. El Dr. Lalama indica que, “es importante hacer descansos frecuentes, siguiendo la regla 20-20-20 es decir, cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia durante al menos 20 segundos”.
- Fomentar actividades al aire libre: La exposición a la luz natural y las actividades que requieren ver a diferentes distancias pueden ayudar a mantener una buena salud visual.
Asegurarse de que los niños tengan una visión clara y saludable puede marcar una gran diferencia en su rendimiento académico y en su bienestar general. Con el regreso a clases, los padres deben considerar la salud visual de sus hijos como una prioridad. Un examen visual no solo es una inversión en la salud de los ojos, sino también en el futuro académico de los niños.