De los 137 asambleístas, la mitad se candidatizará en las elecciones del 2025

Para participar en las próximas elecciones los legisladores deberán pedir licencia o renunciar, lo que afectará el funcionamiento de la Asamblea.

Henry Kronfle, presidente de la Asamblea Nacional, será una de las bajas para los próximos siete meses, deberá presentar su renuncia para participar en las elecciones del 2025. Foto: Asamblea Nacional.

Al menos el 50% de los 137 asambleístas que actualmente integran la Asamblea Nacional buscarán la reelección o se postularán para cargos diferentes para las elecciones de febrero del 2025, lo que les obligará a dejar el Legislativo, ya sea de forma temporal o definitiva; esto complica el trabajo en la principal función del Estado, cuyos integrantes se centrarán, en los ocho meses que les queda en funciones, en realizar campaña, más que en trabajar por el país.

Un ejemplo de las prioridades que ahora tienen los legisladores fue lo ocurrido en la semana entre el 12 y el 16 de agosto del 2024, en la que las organizaciones políticas realizaron elecciones internas y definieron candidaturas, la mayoría de las sesiones en la Asamblea Nacional se realizaron de forma virtual, pues en el Palacio Legislativo eran pocos los asambleístas que circulaban por sus pasillos.

El artículo 93 del Código de la Democracia establece que los legisladores que decidan participar en las siguientes elecciones, pero para un cargo diferente al de asambleísta, deberán renunciar a la curul antes de presentar la solicitud de inscripción de su candidatura, es decir, en este caso será hasta antes del 2 octubre, cuando termina el periodo de registro de postulantes.

Mientras que los asambleístas que busquen la reelección solo tienen la obligación de solicitar una licencia durante la campaña electoral, que se realizará del 5 de enero al 6 de febrero del 2025.

Ausencia de las autoridades

Uno de los principales problemas que enfrentará la Asamblea Nacional, producto de las elecciones generales que se acercan, será la renuncia de su presidente Henry Kronfle, quien, al ser parte del binomio presidencial del Partido Social Cristiano, deberá dejar su cargo actual.

A partir del 2 de octubre y por siete meses, la correísta Viviana Veloz, actual primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, asumirá la dirección de la Función Legislativa, sin embargo, ella también se ahuyentará por los 31 días de campaña electoral, pues aspira a la reelección por su provincia, Santo Domingo de los Tsáchilas.

Según el artículo 16 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, quien reemplazará a Veloz, durante la campaña, será el legislador Eckenner Recalde, quien también buscaría la reelección, es decir, el Consejo de Administración Legislativa (CAL), que agrupa las autoridades de la Asamblea, quedaría acéfalo.

Para evitar que la Asamblea Nacional caiga en acefalía, Roger Celi, experto en Derecho Legislativo, considera que es vital que, en cuanto Kronfle presente su renuncia, se realice el proceso de sucesión, para que Veloz asuma la presidencia y que se elija a un nuevo vicepresidente.

Según Celi, el nuevo vicepresidente de la Asamblea no debe estar involucrado en el próximo proceso electoral, para que no tenga que ausentarse o distraerse, pues será la única autoridad, con posibilidad de tomar decisiones, que se quedará a cargo cuando Kronfle, Veloz y Recalde se ausenten.

“Si no se toman la precaución de elegir a un vicepresidente que no esté involucrado en el proceso electoral o incluso, si no se lo elige, la Asamblea corre el riesgo de quedar acéfala, pues la ley es clara, los vocales no pueden asumir ni la presidencia, ni la vicepresidencia del Legislativo”, señaló el experto.

Ausencia que puede costar cara

Para el constitucionalista José Chalco, la salida de Henry Kronfle podría costarle al país un precio mayor al hecho de que el correísmo se quede a cargo de la Asamblea Nacional por siete meses, pues podrían escalar a la Presidencia de la República, si es que el conflicto entre Verónica Abad y Daniel Noboa se agudiza.

Tanto Abad, como la gente de Noboa han presentado denuncias ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), en los dos casos se pide como sanción a una infracción electoral muy grave, la destitución del cargo y el retiro de los derechos políticos.

Si en el TCE se llega a fallar positivamente en las demandas, el país se quedaría sin vicepresidenta y presidente y, según el artículo 146 de la Constitución, quien asume las riendas del país en este caso es el presidente de la Asamblea, es decir, Viviana Veloz (Revolución Ciudadana).

“Si por tanta riña y jueguitos se genera falta definitiva y simultánea de presidente y vicepresidente del país, Noboa y Abad, la presidenta del Parlamento, Viviana Veloz, asume la presidencia”, recalcó el experto.