Recuperar los espacios públicos para frenar las construcciones irregulares e invasiones. Ese es uno de los propósitos de la ordenanza que controla y sanciona el uso y ocupación del suelo en el cantón Cuenca.
El Concejo Cantonal aprobó la semana pasada por unanimidad esta normativa en primer debate, aunque, con ciertas observaciones de forma para segunda instancia. La misma ha sido socializada previamente con diferentes autoridades locales y sectores organizados para sumar sus criterios.
Proceso para sancionar mal uso del suelo
De acuerdo con Santiago Vanegas, director municipal de Control Urbano, se aplicarán procedimientos que van desde determinar las infracciones para realizar una investigación breve y proceder con la recuperación de los espacios públicos.
Las multas económicas por temas de ornato y construcción se establecerán en torno a tres factores. Se trata del costo de la construcción, la ubicación en relación con el avalúo catastral y la tipificación de las infracciones.
Sanciones leves y graves por mal uso del suelo
Sobre esto último, se clasificarán entre leves y graves. “Con esta fórmula se generarán sanciones proporcionales de acuerdo a su magnitud”, citó Vanegas a El Mercurio.
Para el funcionario, relacionar estos tres factores harán que las sanciones más severas sean para quienes poseen una mayor cantidad de recursos económicos.
Las sanciones más graves aplicarán para construcciones sobre vías planificadas que afecten el desarrollo del sector. Asimismo, por edificaciones en quebradas y márgenes de los ríos.
Necesidad de ordenanza
En los sectores rurales se presentan más estos inconvenientes por su ubicación y geografía.
Wilson Jácome, presidente de la Junta Parroquial de Baños, espera que esta ordenanza se ajuste a la realidad de las zonas rurales, sobre todo, de las que carecen de planificación.
En su parroquia existen problemas por la construcción de viviendas en las márgenes de las quebradas de Shinshin y Curiquingue. Jacome cree que esto se ocasiona en algunos casos por desconocimiento de la población a la ley.
Algo similar opinó Josué Bravo, presidente de la Junta Parroquial de Ricaurte, para referirse a esta normativa. Aspira que las sanciones se apliquen de inmediato para frenar a tiempo el avance de las construcciones ilegales.
“Algunas juntas parroquiales del cantón tenemos la competencia de control otorgada por el Municipio”, dijo Bravo para cuestionar que dicha atribución solo llega hasta colocar el sello de clausura porque el Cabildo es el responsable de sancionar.-(I)
Denuncias a causa de invasiones
Las personas que construyan sus casas en terrenos ajenos corren el riesgo de ser sancionados por la Municipalidad; y, los dueños los pueden demandar.
Santiago Vanegas, director municipal de Control Urbano, se refirió a este particular para profundizar sobre los casos de invasiones en el cantón Cuenca.
Aseguró que hay varias denuncias (sin precisar el número) en su dependencia de invasiones en diferentes sectores como: Turi, Monay, ciudadela Jaime Roldós, entre otros.
Esta dependencia municipal ha coordinado con la Policía Nacional, Fiscalía y la Judicatura acciones para detener a quienes -a pesar de contar con sellos de clausura- siguen construyendo inmuebles de forma ilegal. (I)
DETALLES
1 año y ocho talleres se requirieron para elaborar y socializar esta normativa municipal aprobada en primera instancia.
Según Santiago Vanegas, la ordenanza se tratará este mes de septiembre en segunda y última instancia para su vigencia.
La Municipalidad de Cuenca tuvo una ordenanza similar en el año 2021 que fue derogado luego de unos pocos meses.
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