Entre el miedo y la esperanza en Camilo Ponce Enríquez

En el cantón Camilo Ponce Enríquez, la creciente delincuencia ha generado un ambiente de tensión y miedo entre sus habitantes, quienes buscan retomar la normalidad en sus vidas.

Operativos policiales en la zona minera buscan desmantelar organizaciones delictivas y recuperar la seguridad en el cantón Camilo Ponce Enríquez.
Operativos policiales en la zona minera buscan desmantelar organizaciones delictivas y recuperar la seguridad en el cantón Camilo Ponce Enríquez.

Camilo Ponce Enríquez es un cantón del Azuay. Se encuentra en la región litoral de la provincia a tres horas de la ciudad de Cuenca.

El cantón que cuenta con cerca de 13.000 habitantes hoy vive un ambiente de tensión y miedo. La minería ilegal es la gran culpable.

Las bandas organizadas han hecho de un pueblo cálido en territorio de ‘guerra’.

Sin embargo, sus habitantes coinciden en que la presencia de policías y militares ha dado cierta calma. Aunque temen que este cantón no volverá a ser una zona tranquila y de paz.

A decir de sus habitantes, la minería ilegal siempre ha existido en el cantón pero, a pequeña escala, sin embargo, la pugna entre grupos se propagó desde hace un año, aproximadamente, con la invasión y ataques a las diferentes minas.

Entre junio y principios de agosto de 2024 ocurrieron masacres, con muertes violentas; decapitados y hasta incinerados.

Camilo Ponce Enríquez entró en pánico, sus habitantes se confinaron ante la delincuencia que se apoderó de sus calles y minas.

Reacciones de habitantes

Carlos Contreras, quien ha vivido 39 años en Ponce Enríquez, explica que la gente ya no acude a los negocios como antes.

Menciona que el cambio se dio desde que iniciaron los enfrentamientos de bandas delictivas en las minas, además de la presencia de extranjeros.

La gente está con miedo. Hace dos meses, muchos se fueron de las minas. Ahora veo que andan policías y militares; es más seguro.

Con nostalgia recuerda que, hace pocos años, Ponce Enríquez era una “belleza”; se caminaba con tranquilidad por las noches, pero ahora no se puede.

Valeria Guzmán, una comerciante, relata que todos los días abre su local con la esperanza de vender sus productos, pero coincide en que las ventas han bajado enormemente. Reflexiona: “Hay que seguir”.

Ella describe lo que sucede de esta manera: “Cuando ocurre un acto de violencia, el pueblo queda apagado; deben transcurrir días o quizá semanas para que la gente vuelva a las calles y a los comercios”.

Menciona que tiene su local desde hace cuatro años, pero en este 2024 todo cambió debido a la delincuencia. “Por esto, uno opta mejor por quedarse en casa. Hay miedo; uno no sabe quién puede estar a su lado cuando sale a realizar alguna actividad”. Ya la gente no sale de casa; anteriormente, cerrábamos a las 22:00, ahora a las 18:00 ya todos los negocios se apagan. Repite: “Hay que seguir… toca seguir”.

Elsa Heras, otra comerciante, también explica que, por la situación de inseguridad, las ventas han bajado. Ella es nativa de Ponce Enríquez y siente que este año ha sido el más duro.

“Uno tiene que guardarse y cuidar a los niños”, señala. Recuerda que, con los decretos del Gobierno, los niños no fueron a la escuela y tuvieron clases virtuales durante dos meses. Tenían que estar en casa.

Ahora, recién vuelven a tomar confianza para salir a los espacios públicos, menciona.

Dos meses de operativos en Ponce Enríquez

En agosto de 2024, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas allanaron inmuebles y campamentos mineros ubicados en el sector Bella Aurora y Río Guanache.

Estos eran destinados al almacenamiento de armas de fuego y municiones. Eran centros de actividades de minería ilegal, señalaron las autoridades.

Enfrentamientos de bandas delictivas

En agosto de 2024, José Vargas, comandante de la Zona 6 de la Policía Nacional, explicó que en el cantón Camilo Ponce Enríquez operan dos grupos armados organizados (GAO): Los Lobos y Los Lobos Box.

La zona minera de Camilo Ponce Enríquez está conformada por al menos 2.680 hectáreas, donde funcionan unas 268 minas, de las cuales únicamente 88 son legales. Cada mina tendría una extensión promedio de 10 hectáreas.

Además, en la referida extensión minera existirían alrededor de 1.000 trochas o carreteras utilizadas como rutas de ingreso y salida de las minas. Los mineros trasladan lo obtenido en forma de bolas, es decir, bolas de oro.

La situación es complicada, ya que se trata de un problema de carácter social, porque el 90 por ciento de la economía del cantón tiene relación directa con la actividad minera.

Resultados de operativo en dos meses

Esta semana (septiembre de 2024), José Alejandro Vargas, comandante de la Zona 6 de la Policía Nacional, informó que Camilo Ponce Enríquez está en una estrategia denominada “Intervención 2.0”, con el fin de contrarrestar hechos delictivos.

Durante estos meses (agosto y septiembre), se han llevado a cabo 93 operativos conjuntos con unidades especializadas del eje preventivo, inteligencia e intervención.

Entre los logros de estos operativos se incluyen: cuatro detenidos contra quienes existía boleta de captura; 15 aprehendidos en flagrancia por delitos; desmantelamiento de una organización criminal; incautación de 34 armas de fuego, incluyendo fusiles de asalto, y 3.416 municiones.

Se recuperaron seis vehículos y 50 motocicletas reportadas como robadas. Además, la Policía Nacional decomisó un total de 9.072 gramos de material aurífero (que contiene oro) y 2.706 gramos de droga.

Luego de las masacres y de la intervención de las fuerzas del orden, el cantón Camilo Ponce Enríquez experimentó 28 días sin muertes violentas, hasta el pasado fin de semana, cuando se reportaron dos casos.

La Policía Nacional señala que, en Ponce Enríquez han parado las muertes violentas; si embargo, asegura que los grupos delictivos aun existen por lo que están atentos y listos para precautelar la integridad de las personas de bien. -(I)

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