Arte en los cajetines
Las buenas iniciativas deben ponderarse. Con mayor razón si se acude al arte para embellecer cierta infraestructura de los espacios públicos.
Esto ocurre en el Centro Histórico con la propuesta “Cuenca, raíces y colores”.
Tan plausible idea nació en el barrio Convención del 45, donde el vecindario presentó el proyecto “Cajetines Urbanos del Arte Cerámico”.
Es desarrollado por la Municipalidad a través de su Dirección de Cultura. Es el artista Roberto Bravo el encargado de darles vida a esos cajetines, en cuyo interior guardan cables eléctricos, otrora grises, acumuladores de basura y embadurnados con publicidad o remedos de grafitis.
Personajes típicos de la ciudad, las vendedoras de la Plaza de las Flores, quienes realizan las tradicionales limpias, niños y flores, son plasmados con el fino pincel del artista.
Las flores son identificadas con sus nombres; pues representan la flora de la ciudad, tan rica y pródiga.
Los 61 cajetines pintados por el momento ya son visibles en tramos de calles como la Larga hasta la Mariscal Lamar y entre la Tarqui y Huayna Cápac.
El más grande, de 3 metros por 2,50 metros luce en Santo Domingo. Se intervendrán 30 manzanas. En los próximos a intervenirse, según lo quiere Roberto Bravo, deben participar las autoridades y el público. De paso se apersonan del proyecto, sobre todo la ciudadanía, y ven en vivo el proceso artístico.
Los transeúntes reaccionan de buena manera por lo llamativo de los “lienzos”. No puede ser de otra manera; pues la pintura, como otras manifestaciones del arte, aviva el espíritu y hasta influye en el temperamento.
En esa misma tónica se ha dispuesto pintar los postes en la calle Larga con diferentes tipos de orquídeas. Es una propuesta impulsada por la Bienal de Cuenca, y la ejecutan los estudiantes de la Facultad de Artes.
Ojalá el proyecto se extienda a otros sectores de la ciudad, y sería oportuno el apoyo de la empresa privada.
