La hermana Patricia Gualpa, ha dedicado su vida al servicio religioso; Giovanni Méndez, conoce de cerca la realidad de África, pues trabajó en ese continente como voluntario durante 12 años; mientras que Samantha Quizhpi ha centrado su misión en proyectos comunitarios en Ecuador.
Ellos son testimonio del compromiso y la entrega que inspira el llamado misionero, ya sea en tierras lejanas o en comunidades locales.
“Todos estamos llamados a ser misioneros desde nuestro bautismo (…) La misión puede comenzar en el hogar, en la vida diaria, siendo testigos de la fe con actos de fraternidad y amor”, explica la hermana Patricia Gualpa, religiosa oblata de los Corazones Santísimos de Jesús y María.
Conmemoración
El penúltimo domingo de octubre, los católicos se unen en oración y solidaridad para celebrar el Domingo Mundial de las Misiones, conocido como el Domund. Se recuerda el trabajo de los misioneros y el esfuerzo de la Iglesia por llevar el mensaje de amor de Cristo a todos los rincones del planeta.
Este 2024, la celebración tiene lugar este 20 de octubre, bajo el lema escogido por el Papa Francisco: «Id e invitad a todos al banquete», un llamado a llevar el Evangelio a todos los pueblos sin distinción.
“En la congregación nos guiamos por cuatro ejes: la oración, el ayuno, las obras de misericordia y el aporte económico, que se recoge el tercer domingo del mes. Vivimos la misión desde nuestra comunidad, pero también salimos a lugares alejados para compartir la fe», expresa la hermana.
«Las oblatas somos educadoras, pero desde la Congregación hay comunidades dedicadas a la misión en lugares como Orellana en el Ecuador y Pampas de Hospital en Perú». Patricia Gualpa, religiosa oblata.
África
Otro ejemplo de esa entrega misionera es Giovanni Méndez, el cuencano que ha dedicado parte de su vida al trabajo en África, un continente donde la necesidad de apoyo humanitario y espiritual es profunda.
Viajó en el año 2000, cuando tenía 27 años y estaba recién graduado de periodista. Formó parte de un proyecto salesiano en Ecuador. “La experiencia es única. Es conocer otra realidad, explorar otro mundo, aprender su idioma y participar en sus costumbres”, cuenta en una de las entrevistas que ha dado a los medios.
Méndez fue con la misión de formar radios comunitarias, pero también formó futbolistas, en especial mujeres. El objetivo era prevenir que los jóvenes contrajeran enfermedades contagiosas, como el VIH/sida, pero también ofrecerles momentos de esparcimiento en medio de la pobreza.
Estuvo en la República de Angola, en el sur de África, una región marcada por la migración derivada de la guerra. Lo que más le costó fue aprender el idioma; mientras que en las ciudades se hablaba portugués, en otras regiones se utilizaban otras 23 lenguas.
Samantha Quizhpi, una joven de 19 años, forma parte de ese grupo de laicos comprometidos con la misión. Desde los nueve años, asistía al catecismo en Lazareto y desde entonces sintió su vocación, cuando se dio cuenta de que le gustaba ayudar a los demás “una llama” que ha ido creciendo.
Después de la pandemia, decidió unirse al Oratorio Centro Juvenil de María Auxiliadora y en 2023 realizó un voluntariado de 10 meses en Playas Villamil con las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María.
«La misión es dar parte de tu vida al servicio de otros y es una experiencia que te transforma», reflexiona.
«Algunas familias no tenían qué comer ni dónde vivir. Eso fue impactante, porque a veces no valoramos lo que tenemos. Hay personas que tienen poco y son felices». Samantha Quizhpi, Misionera.
Actualmente está estudiando Enfermería. Sin embargo, aspira continuar con las misiones una vez que termine su carrera. La labor de estos misioneros puede ser de inspiración para que otros se involucren como agentes de cambio en las comunidades y en el mundo.
Asimismo, desde la arquidiócesis de Cuenca se señala que los misioneros son hombres y mujeres que poniendo a Dios como prioridad, visitan muchos lugares enseñando su palabra.
Eucaristía de apoyo por el Domund
Hoy 20 de octubre de 2024, la arquidiócesis de Cuenca celebra la eucaristía del Domingo Mundial de las Misiones, conocida como Domund, que tendrá lugar a las 09:00 en la Catedral de la Inmaculada.
Durante esta misa, se distribuirá un sobre con la inscripción «Domund», en el que los asistentes podrán realizar su aporte económico. Lo recaudado se destinará a los misioneros en todo el mundo.
La colecta se cumple de manera simultánea en todos los países del mundo. Se busca de esta manera garantizar el trabajo de miles de misioneros que llevan el mensaje de Dios a todos los rincones, especialmente a quienes no conocen a Cristo.
“Este domingo se invita a todas las familias a contribuir desde su generosidad, pudiendo hacer donaciones desde un dólar. Las aportaciones se entregarán durante la eucaristía”, señaló hermana Patricia Hualpa, religiosa oblata de los Corazones Santísimos de Jesús y María. (I)
DATO
- El Papa Francisco pide a todos ser misioneros en la vida cotidiana, en el trabajo del día a día, dando testimonio del encuentro con Jesús.
- Existen misioneros sacerdotes, catequistas, laicos, casados, solteros, personas de diversas razas y nacionalidades, llevando la luz del Evangelio en todo el mundo.
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