La vida siempre trae sorpresas, más cuando se sale de la rutina y se busca disipar de las pesadumbres que aquejan. En un recorrido con amigos, uno de los atrasados a la caravana había simpatizado con un trotamundos mexicanoque venía rodando por diferentes países de Suramérica, media docena de años atrás y tenía planificado llegar al fin de éste, en una Vespa 150 que la arqueología lo identificaría como un dinosaurio a ruedas y que hacía de morada rodanteal ermitaño. Lalo Michael era su identidad fantasmagórica, más espectral que su biotipo y personalidad.
No estuvo en desarmonía un compañero de ruta, al insinuar que se realice un “editorial” sobre este aventurero que hacía gala de su soledad y creatividad. Ciertamente aún existenseguidores de las excentricidades de la filosofía cínica quetambién observan principios del estoicismo, entre cuyas acciones está la aventura como experiencia emocionante y desafiante que implica riesgo y exploración para ampliar la perspectiva y visión del mundo y estar a tono con SanAgustín sobre que “El mundo es un libro, y aquellos que no viajan solo leen un libro”.
Muchos tenemos miedo a la soledad, sin reparar que ésta puede darnos una oportunidad de crecer al conocernos intrínsecamente, ser una experiencia universal para conectarse consigo mismos. El viajero nos dio lecciones sobre que la soledad temporal puede ser beneficiosa si se utiliza de manera consciente y equilibrada, que permite reflexionar sobre pensamientos, sentimientos y experiencias, y aún más importante, puede inspirar la imaginación y la creatividad.
La duda que surgió a todos en la estancia con el personaje pintoresco era cómo se mantenía y su respuesta fue: siendo creativo; así narró algunas vicisitudes que pasó para vivir y, a veces, sobrevivir y seguir en su propósito. Las personas creativas como Lalo destacan por su capacidad de adaptarse a casi cualquier situación y arreglárselas con lo que está a mano para alcanzar sus objetivos. Sabido es que el hombrees el único animal que inventa, los demás repiten con pequeñas variaciones el patrón de sus instintos y conidénticas pautas de conducta de sus antepasados.
Con esta anécdota me vino a la memoria una propuesta educacional consistente en desterrar los aprendizajes rígidos y optar por una enseñanza que ponga énfasis en la creatividad. Algunas universidades de los EEUU crearon una asignatura llamada Ingeniería Creativa, cuya meta era inducir a los alumnos a procesos de “des-aprendizaje”, es decir, a desaprender lo que desbloquea la creatividad. (O)