Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 20 % de la población mundial mayor de 60 años sufre de enfermedades osteoarticulares, como la osteoartritis, que están directamente relacionadas con el deterioro de los tejidos conectivos. En Ecuador, se ha observado un aumento en la incidencia de problemas articulares entre la población adulta, lo que compromete significativamente su calidad de vida.
El colágeno es la proteína estructural más abundante en el cuerpo humano y desempeña un rol crucial en la elasticidad y firmeza de la piel, así como en la resistencia y flexibilidad de los huesos y articulaciones. Según la Dra. Carla Cevallos, Especialista en Medicina del Deporte y Líder de SSA de Laboratorios Bagó. A partir de los 25 años, la producción natural de colágeno disminuye entre un 1 % y 1,5 % por año, lo que acelera el envejecimiento de la piel, la pérdida de masa ósea y el debilitamiento de las articulaciones. Esta disminución puede llevar a la aparición de arrugas, flacidez en la piel y problemas articulares que, de no tratarse, pueden afectar el bienestar general.
Afortunadamente, existen maneras naturales de estimular la producción de colágeno en el cuerpo, lo que puede ayudar a mitigar los efectos del envejecimiento. Algunas formas de fomentar la producción de colágeno incluyen:
- Consumir alimentos ricos en vitamina C: las frutas cítricas como naranjas, kiwis y fresas son excelentes fuentes de vitamina C, que es esencial para la síntesis de colágeno.
- Ingerir proteínas de alta calidad: carnes magras, pescado, huevos y legumbres proporcionan los aminoácidos necesarios para la producción de colágeno.
- Agregar antioxidantes a la dieta: alimentos como el té verde, los frutos rojos y las nueces contienen antioxidantes que protegen las células encargadas de producir colágeno.
- Suplementos de colágeno: según estudios, los suplementos de colágeno hidrolizado pueden ser una opción para personas que buscan mejorar la elasticidad de la piel y reducir el dolor articular.
- Evitar hábitos nocivos: el tabaquismo y la exposición prolongada al sol destruyen el colágeno de la piel, por lo que reducir estos factores ayuda a preservar esta proteína.
A pesar de que muchos de estos métodos pueden apoyar la producción de colágeno, es fundamental consultar con un médico antes de iniciar cualquier tipo de suplementación. Un profesional de la salud puede recomendar la mejor opción según las necesidades y el estado de cada persona, asegurando así un bienestar completo y sostenido.