La vía Cuenca-Girón-Pasaje es víctima del abandono total por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
La rehabilitación de un tramo cerca de Girón, en sentido norte-sur, previo contrato con la empresa Asfaltar, fue la última intervención. Hablamos de una intervención, de alguna forma merecedora de algún reconocimiento.
A partir de allí, absolutamente nada. No hay, como casi nunca lo hubo, la más mínima señal de mantenimiento.
Se trata, como tantas veces lo hemos dicho, de una carretera digna de la vergüenza nacional.
Claro, está llena de fallas geológicas de gran calado y de otros derrumbes menores, cuya solución, posiblemente sea un nuevo trazado o de una reconstrucción total, a costa de altísimas inversiones, imposibles de ser solventadas por el Estado.
Pero eso tampoco implica un desentendimiento total. Literalmente, como si alguien dijera a los miles de usuarios de la vía: allá ustedes, sus problemas no son los nuestros, de pura gana reclaman; o, si han vivido así por decenas de años, sigan nomás.
Cada vez se agravan las trizaduras de la capa de hormigón, o aparecen otras, dificultando el tránsito vehicular.
Los pasos por donde hay fallas geológicas son lo peor de lo peor. Varios meses atrás las rellenaron con lastre, cuyas piedras puntiagudas, una vez desaparecido el material fino, han dado lugar a una superficie totalmente irregular, más peligrosa e intransitable por las grietas de toda magnitud.
Dichas fallas no han cesado. En algunos tramos, los hundimientos de toda la capa de rodadura deben sobrepasar los 30 centímetros.
Los responsables del MTOP deberían imaginar cómo será la circulación vehicular en semejantes condiciones.
Si el Estado fuera responsable de pagar los daños mecánicos de los vehículos le faltaría presupuesto.
Insistimos: la citada vía es víctima del olvido total. Las primeras lluvias han dado su primer aviso. Duele comenzar el 2025 con este reclamo.
