Los seres humanos llegamos al plano terrenal como un albo lienzo que se impregna de enseñanzas hogareñas, experiencias, vivencias, las mismas que nos ayudan a forjar nuestra inteligencia, carácter y personalidad y, luego, cuando se pulen con el estudio, se constituyen en un alimento para el corazón.
hay quienes poseen cualidades de una piedra preciosa y no las ostentan, saben compartirlas. Así, su bondad, sus meritorias, su caballerosidad, su amabilidad, su amor, sus cualidades artísticas, su fina conversación que enriquece no sólo al oído, sino al corazón del interlocutor, del amigo, del compañero de senda, del colega. Suma su sentido del humor.
La persona noble suele ser valiente, solidaria, defensora de lo justo, reconoce los méritos del prójimo, es grata con la vida y sus compañeros de viaje terrenal, evita causar daño, gusta de ser servicial, no guarda rencor. Su corazón noble posee una gran fuerza emocional que expresa sus sentimientos de manera transparente y asertiva. Es magnánimo y desinteresado y, con su praxis, busca contribuir a que el mundo sea mejor y está dispuesto a ayudar a quienes lo necesitan sin esperar nada a cambio; su accionar siempre es altruista. Destaca por su honradez acrisolada y por sus valores de moral y bien actuar. Posee una conducta ética y es justo y respetuoso con los demás; brilla por su humildad y reconoce en sí mismo los errores.
Como elevado personaje, Bolívar ha sido admirado y respetado por todos quienes lo conocimos, no sólo en el plano de brillante artista, sino fundamentalmente como ser humano de altos quilates, que extendió su mano a todos sin esperar nada a cambio. Diligente y servicial, honesto, de profundas raíces y con fe ejemplar en el Supremo Hacedor. Apoyó al caído y brindó sonrisas de esperanza. Nos enseñó a ser mejores, a compartir los valores intrínsecos al ser humano y derramó melodías con sus hábiles dedos que reflejaron lo que en su espíritu se gestaba.
El Señor ha dispuesto que la música del Maestro vibre también en los coros celestiales, con los ángeles y arcángeles, luego de haberla sembrado en quienes tuvimos el privilegio de compartir su alegría, sus melodías y su noble corazón.
Descansa Amigo, vuela alto como un enjambre de finas notas de melodiosa canción impregnada de poemas que hablan de tu ejemplar vida, hacia las puertas de la luz, donde el Padre Eterno, premiará tus obras y sentimientos. (O)