El 24 de mayo comienza otro periodo democrático, con el mismo presidente, elegido por voluntad mayoritaria del pueblo, queda atrás la campaña polarizada, la experiencia de muerte cruzada y esperemos el final de pugna con el legislativo, recuperando el trabajo de los otros poderes con dignatarios que cumplan con la patria y no como dependencias de un partido político, tal : los consejos de la judicatura o de participación, incluyendo a gobiernos locales que han demostrado en los chats publicados, que fueron ferozmente disputados por la corriente opositora, que perdió en las urnas, a través de arreglos, desbaratados por investigación de la fiscalía del estado, en el caso metástasis, ligados, etc.
Las necesidades de la población reclama habilidad unísona para enfrentar a los graves problemas, comenzando por la inseguridad que atemoriza a la nación toda, sin atenuantes, en este ambiente el desempleo en auge, la migración convertida a través de las remesas en el aporte cercano al 10% del PIB, con problemas, el precio del petróleo a la baja, las urgencias en el sistema eléctrico, con riesgo de afectar la captación del agua para la más grande represa hidroeléctrica, factores que empobrecen a la gente con el agravante de inundaciones, etc., demanda de un alto a las discrepancias partidistas de todos los actores, requiriendo las tomas de decisiones urgentes en función de mejorar las condiciones de vida de la población, que pacientemente aguarda observar servicios de seguridad, salud y educación dignos, clamados por la ciudadanía.
Se insiste en la premura de cambiar a la constitución, con nueva vorágine electoral, pero a decir de las exigencias, no podemos distraernos en aventuras con inciertos resultados, verbigracia la experiencia en Chile, sin empezar a gobernar ahora y concretamente por el bien de los ecuatorianos, que al menos debe recobrar a la situación económica de antes de la pandemia, que sin ser la mejor, nos muestra un camino de recuperación básica, para sobrellevar a la crisis de manutención para amplios sectores empobrecidos, asegurando a la sobrevivencia que de manera sostenida sigue deteriorándose. (O)