Hace pocos días vi una entrevista al asambleísta Ricardo Patiño, misma que giraba alrededor de los últimos acontecimientos políticos. Confieso que lo escuchaba a los años de años y, aunque no me llamó la atención, le vi igualito que antes de que fugara del país.
No ha perdido ni un ápice de la autosuficiencia y la arrogancia, tan comunes en algunas de las figuras visibles de la RC.
En una parte de la entrevista dijo, no sé si se equivocó, que ellos, es decir los correístas, “siempre habían cumplido con la ley”.
Digo que no sé si se equivocó porque, si hay algún partido político que hizo tabla rasa de las disposiciones legales y se pasó por las galletas lo estatuido, cada vez y cuando le dio la gana, fue justamente la RC, sino, basta recordar la instalación de cámaras clandestinas en el ministerio de finanzas y lo de la narcovalija diplomática, dos vergonzosas muestras en las que, justamente, Patiño fue el protagonista principal.
Luego, y refiriéndose como de refilón a la gestión de la ex fiscal general Diana Salazar, dijo que “sus números no podían ser peores” y que ella “había perseguido a los políticos y no a los delincuentes”, tratando, al mejor estilo de algunos capos de la RC, de descalificar el trabajo cumplido por la doctora Salazar, trabajo que ha sido y es reconocido por la gran mayoría de la opinión pública nacional. Es más que obvio que a cierta dirigencia correísta no le conviene los reconocimientos a la ex fiscal, y ¡claro!, añoran la “belle époque” en que el ex fiscal Galo Chiriboga llamaba a Carondelet a pedir permiso, hasta para peinarse.
Si se hiciera un concurso público sobre el grado de simpatía de que gozan entre los electores ciertos miembros de la cúpula de la RC y, se incluiría entre los participantes a Ricardo Patiño, estoy casi seguro de que ocuparía los últimos puestos.
Ah, me podrán discutir, ¿cómo es entonces que fue candidato a asambleísta y resultó electo?, pues sencillo, no es cuestión de méritos, todos sabemos que cualquier persona que se habría postulado en su puesto, igual hubiera resultado elegida. No entiendo porque la RC lo sigue promoviendo, habiendo en sus filas tantas figuras tan simpáticas como agradables. (O)