Una isla en el río

Tito Astudillo y A

Cuatro ríos con sus ocho orillas cruzan nuestra ciudad y cada uno ofrece, paso a paso, un sinfín de atractivos componentes que, por tan cotidianos, a veces dejan de sorprendernos pese a ser parte imprescindible del paisaje, pero cuando se les altera, afectan visiblemente su imagen, como cuando se quiso suprimir un brazo del río que circunscribe la isla del río Yanuncay aguas arriba, cerca del puente homónimo.

Una isla en el río es un capricho de la naturaleza que ofrece excepcionales posibilidades paisajísticas que, usualmente no son valorizadas en su real dimensión, así entiendo cuando se intenta eliminar la isla cerrando un brazo del río, amontonando piedra convirtiéndolo en una ciénaga que hiere los sentidos y la sensibilidad. Pero con la naturaleza no se juego, apenas volvieron las lluvias este brazo del río volvió a ser río y la isla volvió a ser isla para alegría de la gente que pasa o pasea diariamente por este inusual espacio verde y, la isla de Misicata con su bosque de imponentes eucaliptos volvió a ser ese componente vernáculo del paisaje en una zona urbana que crece con vistosas edificaciones, un parque lineal sembrado de plantas nativas entre ornamentales, florales y frutales que aseguran la cadena alimenticia de una numerosa variedad de aves que se prenden de sus ramas y flores. Esta isla en el río evoca imágenes de un original espectáculo cultural realizado hace años en nuestra ciudad, cuando el artista Olmedo Alvarado, ofreció una instalación en la isla del río Tomebamba aguas arriba del Otorongo, acontecimiento artístico, muy especial en la noche, que no se ha vuelto a repetir.

Caminar el parque lineal de la avenida Primero de Mayo desde los Tres Puentes hasta el puente de Misicata ofrece, a más de todas las bondades de salud física mental y social, un inventario vegetal y avistamiento de aves, conocer hitos urbanos testimoniales como el caserón de la antigua empresa eléctrica, la Casa de Jesús Arriaga, el Arco de calicanto de la avenida Loja un cofre de nostalgias, el barranco del Yanuncay, los puentes, con y sin pasarelas para “los de a pie”, y rematar con la isla de Misicata y su bosque de eucaliptos, cuestionables, pero parte de nuestra paisaje fluvial. Una isla en el río, un regalo natural que la barriada y los caminantes deberían apadrinar. (O)

Dr. Tito Astudillo

Médico, docente y periodista. Fue miembro titular, vocal de Directorio y Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo del Azuay. Exdocente de primaria, secundaria y educación superior.

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