La Universidad de Cuenca desarrolla una solución tecnológica para monitorear el estado de las edificaciones y asegurar su resistencia ante desastres, especialmente, movimientos sísmicos.
Según Santiago González, director del proyecto, en un país con alta actividad sísmica “es interesante conocer cómo responden las infraestructuras, cómo se comportan frente a un sismo”.
Crearon un dispositivo que puede ser instalado en puntos estratégicos de las edificaciones y que, cuando se produce un temblor, recoge información sobre la aceleración que experimenta la estructura.
Este proyecto se basa en el concepto de salud estructural. “Básicamente, con el análisis de esas aceleraciones que sufren los edificios podemos hacer un diagnóstico y determinar si una edificación podría estar en peligro de sufrir grandes afectaciones…”, señaló González.
Sensores los edificios en Cuenca
Remigio Guevara, analista del laboratorio de la Red Sísmica del Austro, explicó que se forma una red de acelerógrafos cuyo objetivo es monitorear las aceleraciones que se presentan en diferentes puntos.
Recordó que, luego del sismo de 1986, se implementaron normativas que obligaban a contar con acelerógrafos en los edificios, que con el paso del tiempo sufren desgaste.
Actualmente, los dispositivos diseñados por la universidad no están disponibles en el mercado y no se utilizan para determinar la salud estructural de los edificios, sino también para monitorear señales de calidad del aire y del agua.
Según los investigadores, en esta ciudad hay infraestructuras esenciales para su funcionamiento y otras que poseen un alto valor histórico, por lo que es importante conocer en qué estado se encuentran.
Este proyecto, denominado Tecnologías IoT y Redes Inalámbricas de Sensores, busca determinar de forma técnica si una edificación puede colapsar ante un sismo o representar un riesgo para las personas.
