
“Me escopolaminaron, me golpearon, me siento mal, tengo la cabeza abierta”. Con estas palabras, un joven visiblemente afectado pidió auxilio usando un botón de pánico ubicado en San Pedro de El Cebollar, al noroeste de Cuenca.
Este es solo uno de los muchos casos que demuestran la efectividad del sistema de botones de pánico monitoreado por el Consejo de Seguridad Ciudadana de Cuenca (CSC). Actualmente, existen 255 botones activos en la ciudad, integrados en una red tecnológica y humana que permite respuesta inmediata ante emergencias.
Tecnología de atención personalizada
Cada botón se activa con un solo toque. La respuesta no es automática: un operador dialoga con la persona afectada, evalúa la emergencia y coordina la asistencia con la Policía Nacional, ECU 911 o el Ministerio de Salud.
Atención emocional: Consola Violeta
El sistema incluye atención psicológica a través del programa Consola Violeta, conformado por tres profesionales de salud mental. “No solo es tecnología, es una red humana que escucha y orienta”, destaca Xavier Barrera, director del CSC.
Ubicación estratégica de los botones de pánico

Los dispositivos están ubicados en:
- Parques
- Universidades
- Barrios de alta concurrencia
- Zonas con alta percepción de inseguridad
Se han instalado también 10 tótems de puntos seguros, principalmente en áreas universitarias. Pronto estarán georreferenciados mediante códigos QR, señalética reflectiva y sensores de luz para su fácil localización tanto de día como de noche.
Resultados y efectividad del sistema
En intervenciones recientes:
- Se despachó una unidad policial en un caso de asalto.
- Una ambulancia llegó en menos de siete minutos en otra emergencia.
“Buscamos reducir aún más estos tiempos”, afirma Barrera. Además, los botones se usan incluso para incidentes menores, como la caída de un niño, lo que demuestra la confianza creciente en el sistema.
Mantenimiento continuo y ampliación de cobertura
El CSC realiza mantenimientos preventivos de manera periódica. Para este año, se proyecta la repotenciación de entre 60 y 90 cámaras con botones integrados.
“Cada botón es probado en campo por nuestro equipo técnico”, informa Barrera, asegurando que todos los dispositivos están actualmente operativos.
Percepción ciudadana: tranquilidad respaldada
Uno de los logros más importantes es el impacto positivo en la percepción de seguridad. Aunque muchos ciudadanos no han tenido que usar los botones, su presencia genera una sensación de respaldo y tranquilidad.
“No se trata solo de datos de delincuencia, sino de cómo la gente se siente al caminar por su ciudad”, recalca Barrera.
Voces de los barrios: testimonios ciudadanos
Las Retamas: capacitación vecinal activa
Sergio Arias, presidente del barrio Las Retamas, reporta que sus tres etapas cuentan con botones activos. Gracias a capacitaciones, 86 vecinos han aprendido a usarlos, aunque se reconoce la necesidad de formar a nuevos residentes.
Arias propone jornadas de capacitación los fines de semana en espacios públicos, a pesar de las limitaciones por falta de personal policial.
Las Orquídeas: necesidad de mantenimiento constante
En el sector de Las Orquídeas, Miriam Ávila destaca el trabajo territorial, aunque advierte que uno de los tres botones está fuera de servicio. Insiste en que la capacitación debe ser constante, no ocasional, especialmente por problemas como la drogadicción cercana a un colegio.
Mutualista Azuay: autogestión comunitaria
Vinicio Andrade, líder del barrio Mutualista Azuay 1, indica que aunque los botones están cerca, no dentro del barrio, los vecinos conocen su ubicación. La comunidad ha desarrollado un sistema propio de seguridad que cubre 150 domicilios.
Sin embargo, alerta que el botón en el parque Los Libertadores podría estar inoperativo.
Ricaurte pide programas de seguridad en zonas rurales
Josué Bravo, presidente de la parroquia Ricaurte, reclama que su sector rural, con cerca de 30.000 habitantes, solicita proyectos de seguridad tecnológica como los botones de pánico. A pesar de contar con Wi-Fi en espacios públicos, no se ha implementado esta tecnología.
Propuesta de Bravo:
Capacitación comunitaria
Articulación con autoridades
Uso de recursos propios
Evaluación de una tasa de seguridad si garantiza atención equitativa
Conclusión: una red que protege a Cuenca
Los botones de pánico representan una de las políticas públicas más tangibles en materia de seguridad ciudadana. “Ojalá nunca se active un botón. Ese sería el mejor escenario. Pero si se activa, ahí estaremos todos para responder”, concluye Xavier Barrera. (I)