
El Archivo Nacional de Historia de Cuenca de la Casa de la Cultura, que resguarda documentos desde 1563 hasta 1950, se encuentra en proceso de digitalización.
Este trabajo se realiza a través de un convenio firmado por la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay y la organización internacional FamilySearch.
Martín Sánchez, director de la Casa de la Cultura, se pronunció ante versiones que han cuestionado la forma cómo se ha procedido en la digitalización. Señaló que el procedimiento busca preservar los documentos originales y facilitar su consulta pública mediante plataformas virtuales.
“El archivo contiene más de 600.000 documentos de valor histórico, entre ellos los libros de la Notaría Tercera, que en 2019 fue reconocida por la UNESCO como parte del programa Memoria del Mundo”, explicó.
También incluye registros de las notarías Primera, Segunda y Cuarta del cantón Cuenca, expedientes judiciales desde 1600 hasta 1934, libros reales, colecciones de expresidentes como Luis Cordero y Antonio Borrero y otros documentos como registros de compra y venta de esclavos, testamentos, escrituras de minas y terrenos.
“La digitalización permite reducir la manipulación de los originales que, por su antigüedad, requieren un manejo muy cuidadoso”, señaló Sánchez.



En este sentido, indicó que las copias digitales estarán disponibles en una plataforma de acceso libre y gratuito para garantizar que cualquier ciudadano pueda consultar esos documentos sin poner en riesgo el material físico.
Trabajo
El trabajo de digitalización lo realizan cinco técnicos contratados por FamilySearch, quienes trabajan a tiempo completo en conjunto con el técnico Juan Pablo Matute, responsable del Archivo Histórico.
Sánchez indicó que se utilizan escáneres especializados para evitar la apertura directa de los libros. Además, se aplican normas básicas de conservación, como el uso de guantes, mascarillas y condiciones de mímima exposición a la luz.
El proceso comenzó hace aproximadamente un mes y está previsto que concluya en noviembre de 2025.
Según lo establecido en el convenio, tanto FamilySearch como la Casa de la Cultura conservarán una copia digital del archivo. Esto ha generado inquietudes, lo que llevó a la presentación de una acción de protección. Sin embargo, en la audiencia del 29 de julio de 2025, un juez negó las medidas cautelares solicitadas. La próxima audiencia está convocada para el lunes 3 de agosto.
Sánchez señaló que los documentos originales no serán entregados a ninguna organización.
“Todo permanece en el archivo. FamilySearch solo conserva una copia digital, al igual que nosotros también lo haremos. Esa información es pública”.
Añadió que el convenio establece que los derechos del custodio del archivo —en este caso, la Casa de la Cultura— no se ven alterados.
Reunión
Alejandra Salazar, directora del Archivo Histórico Nacional del Ecuador, informó que el martes 4 de agosto de 2025 se llevará a cabo una reunión con autoridades del núcleo del Azuay para revisar los términos del convenio y asegurar que se apliquen buenas prácticas.
“La Casa de la Cultura es autónoma, pero el Archivo Histórico Nacional depende del Ministerio de Cultura y Patrimonio y tiene la competencia de emitir lineamientos técnicos para los archivos históricos del país”, indicó a El Mercurio.
Salazar explicó que el objetivo es garantizar la aplicación de estándares como políticas de almacenamiento, copia de seguridad, criterios de captura de imagen y registro de metadatos. “Queremos que este trabajo se realice respetando parámetros técnicos que ya han sido difundidos a los archivos del país”, señaló.
Qué conserva el Archivo Nacional de Historia de Cuenca
Salazar indicó que se trata de un repositorio para la memoria de Cuenca. “Recoge el devenir social, jurídico y económico de la ciudad”, afirmó.
Y es que, el Archivo Histórico de Cuenca guarda documentos que dan testimonio de la esclavitud, la fundación de empresas, litigios y la evolución del urbanismo local.
Entre los documentos más antiguos está el primer libro de escrituras públicas de la ciudad, con 1.149 folios y la firma de Gil Ramírez Dávalos. Todo el material conserva su valor como fuente primaria de investigación.
Según el convenio, las copias digitales no podrán ser utilizadas con fines comerciales. La Casa de la Cultura no podrá entregar copias completas a terceros, pero sí publicarlas en su plataforma para descarga y consulta pública. Además, la institución recibirá el software necesario para gestionar los archivos digitalizados. (I)
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