Una frase que comúnmente se escucha en nuestra Cuenca y que recoge la IA, pone en contexto una situación del diario vivir en nuestra ciudad y el país, nos referimos a este sintagma a propósito de recién haberse conmemorado el pasado 12 de agosto el “Día Mundial de la Juventud”. Empero, nos preguntamos: ¿qué tan oportuno y justo es celebrar este día, sobre todo en nuestro país? cuando estamos acechados por una serie de problemas en desmedro de la familia y consecuentemente de los jóvenes que están disminuyendo por la migración y por la tendencia a la planificación familiar. En este marco, como que no es oportuno alborozarnos, cuando los jóvenes preconizan que: Cuenca es “garísima”, y más otros clichés, pero que, a pesar de todo siguen siendo víctimas del desinterés y hasta del ignorar de los gobiernos.
Debemos ser frontales al manifestar que: nuestros jóvenes en su día: “De la Juventud”, no pueden “avisparse”, cuando son víctimas de sinnúmero de dificultades, como: el difícil acceso a la educación, no conseguir empleo, viviendo, no pocos, en un contexto de pobreza y hasta de indigencia, pululando en hogares disfuncionales, con discriminación de todo tipo, y alentados y luego “aprovechados” por bandas narco terroristas que inician engañosamente alimentando el físico para terminar alienando la mente y generando resentimientos con la sociedad y la adicción a las drogas; y, con inclusión al submundo del narcotráfico, que conducen a sumar sicarios y a generar inseguridad en los hogares, calles y sociedad en general.
La endemia de ansiedad, depresión y afines, más el abandono desde lo familiar hasta gubernamental y estatal, están menoscabando la salud mental de muchos jóvenes, con la adicción y “descontrol” en el uso de redes sociales, que inducen a que en esta fecha, podamos preconizar a todos los vientos la interrogante de: ¿qué y cómo festejar este día? cuando casi todos miramos al otro lado, comenzando desde los mismos Gobiernos y el Estado que saludan efusivamente a la juventud, pero que, paradójicamente se olvidan de que en un país ubicado en la mitad de mundo, se siguen incrementando todos los días, no pocos, seres humanos jóvenes con un penoso pasado y con un presente y futuro nada halagador, por más que se recite ¡avíspate mijo avíspate!
Ante todo, lo mencionado: ¿QUÉ DICE NUESTRO JOVEN MANDATARIO?… (O)