De Rumichaca a Macará, la travesía de Bernardo Vintimilla

El ciclista Bernardo Vintimilla, de 39 años, cumplió con una de las pruebas más duras que se recuerden en el deporte ecuatoriano: recorrer toda la Sierra ecuatoriana, de frontera a frontera, pedaleando sin descanso.
El reto fue de 1.100 kilómetros a lo largo de la Ruta E35, desde el puente de Rumichaca (frontera con Colombia) hasta el puente internacional de Macará (frontera con Perú). Vintimilla completó el trayecto en 58 horas y 12 minutos, con apenas hora y media de sueño en total.
El pedalista, nacido en Cuenca y radicado en Ambato desde hace más de 20 años, explicó que este desafío nació en pandemia como una meta personal. “Quería dejar algo plasmado en el país, romper mis límites y motivar a la gente a subirse a la bicicleta”, aseguró.
La logística del reto estuvo a cargo de la Universidad UNIANDES, con un equipo de 12 personas, dos vehículos y un patrullero de la Policía Nacional para garantizar seguridad en la ruta.
La travesía comenzó a las 06:00 del miércoles 6 de agosto y terminó el viernes 8 a las 15:30, atravesando nueve provincias.
Los momentos más duros llegaron en la subida hacia La Paz (Azuay), cuando ya acumulaba más de 700 kilómetros. “Fue muy crítico, había dolor en las rodillas y desgaste en ligamentos, pero traté de parar lo menos posible”, relató.
Durante todo el recorrido durmió apenas una hora en Alausí y 30 minutos en Loja. El resto del tiempo se mantuvo en movimiento, acompañado por el equipo de apoyo y por personas que salieron a alentarlo en varios tramos.
Para la travesía utilizó una bicicleta Specialized Tarmac S18 Racing, que le permitió mantener velocidad, aunque enfrentó problemas en los cambios electrónicos por las bajas temperaturas. Allí estuvieron prestos los mecánicos para solucionar cualquier inconveniente.
Llegada de Vintimilla a Macará
El viernes 8 de agosto, a las 15:30, Vintimilla cruzó el puente internacional de Macará. Exhausto, con el cuerpo marcado por el esfuerzo, pero con la sonrisa de quien había conquistado lo inalcanzable.
En ese instante nació su nuevo apodo, el ‘Espartano del Pedal’.
No solo había completado el trayecto; había escrito una página inédita en el ciclismo ecuatoriano al convertirse en el primer deportista en recorrer la E35 sin detenerse.
Hoy, mientras su cuerpo aún se recupera de los estragos de la travesía, Bernardo asimila lo conseguido. “Fue extremo, pero estoy contento. Espero que alguien supere este reto, eso me daría alegría”.
Conocido también como ‘Kano’, por el gentilicio cuencano, asegura que nuevos desafíos rondan en su mente, esta vez fuera del país. “Tiempo al tiempo, por ahora toca descansar”, concluye. (D)
Más noticias