Apuntes de un morlaco futbolero

@andresugaldev

De acuerdo, hay que preocuparse de las cosas importantes, la economía, el progreso y las urgencias de la República. Pero también, como no, del fútbol: ese lindo paréntesis de amor gratuito por la camiseta que tiene algo de bohemio y carnavalesco en esta sociedad que todo lo cotiza. Y no sé si para bien o para mal, pero esta fe desencajada es ya una herencia pues, hace más de un siglo, mientras aprendíamos a ser país, las cosas ya eran bien parecidas.  

En 1889 se fundaba el Club Sport Guayaquil y en 1906 se jugaba un primer campeonato: el imbatible Quito del “Sordo” Piedra, el Olmedo “Ciclón” de Riobamba, el Libertad, el Everest y el temible Patria del “Pava” Montalván se disputaban la cancha de El Ejido, donde había que regatear al rival y las vacas que pastaban con olímpica indiferencia. Era aquello una deliciosa barbarie de canchas no reglamentarias, pelotas de trapo y partidos resueltos a garrote limpio en las tribunas. ¡Tiempos heroicos!

Cuenca se asomaría al futbol recién en el campeonato de selecciones provinciales de 1945, donde perderíamos la final, aunque Rodríguez se diera el lujo de clavarle tres goles al Pichincha, que jugaba con el once titular del temible Aucas de la Shell. Sin embargo, la verdadera historia de amor comenzaría el 4 de marzo del 71 y ese querido «Cuenquita» cuya primera alineación se recita como un poema: Caicedo, Daza, Piazza, Aguirre, Laterza, Jaramillo, Tenorio, Martínez, Arévalo, Garcés y Coronel. Los once leones, los primeros, bajo la batuta de Raffo.

Las primeras postales: el debut con victoria ante Norteamérica de Guayaquil. El primero de visita: 3 a 1 a domicilio contra el América; y el primero internacional en un 3 a 2 ante el poderoso Peñarol donde el arquero Cartagena atajó hasta el viento. La lealtad al rojo – negro y un futbol que hicimos nuestro en el indor de las canchas de barrio y el innumerable «Mundialito de los Pobres», fiesta de luces individuales y desmadres colectivos.

Será por eso que el fútbol importa tanto. Porque nos refleja de cuerpo entero y nos representa por lo que somos.  Y somos rojos.

Rojos… (O)

Dr. Andrés Ugalde

Analista político y económico. Fue Director Provincial de Desarrollo Económico y Concejal Urbano. Actualmente es Director de la Carrera de Ciencias Políticas y Gobernanza en la Universidad Católica de Cuenca

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