Es el título del libro de Oswaldo Hurtado Larrea publicado en el año 2008 y que hace referencia a ciertas costumbres que serían más bien “malas costumbres”, y que relaciona aspectos negativos de nuestra cultura con el desarrollo como causa del atraso y de la pobreza que ha afectado al Ecuador al largo de su historia. Traemos a referencia este tema a propósito del escándalo sobre todo para los ecuatorianos que se ocurrió en Argentina en referencia a un fraude que médicos ecuatorianos lo realizaron en un examen para residencia médica.
Esta noticia dio la vuelta al mundo dejando en mal predicamento a los profesionales imputados, pero que repercute indirectamente en el país a sabiendas de la proyección negativa que emanan estos comportamientos. Creemos que tenemos todavía muchas malas costumbres que repercuten en el desarrollo del país y en la forma como nos mira la comunidad internacional, malas costumbres que han sido expresadas como manifestaciones de “viveza criolla”, pero que demuestran un estancamiento en el desarrollo de la misma sociedad. Actitudes como lanzar basura desde los vehículos, irrespetar las señales de tránsito, coimear a autoridades, copiar en exámenes y más, son parte de nuestras vivencias que lo estamos aceptando como algo “normales”, pero que retrasan el desarrollo de los pueblos.
Lo mencionado se ratifica en la noticia: “El Gobierno de Argentina formalizó ante la Fiscalía una denuncia en contra de los médicos y sus cómplices que copiaron, incluso con gafas inteligentes, durante el examen para obtener una residencia. Profesionales de Ecuador están vinculados con el hecho”
No deja de ser una vergüenza para el país, por más que se diga lo contrario, por ello Hurtado en sus conclusiones menciona: “Que cada ecuatoriano tome conciencia sobre la necesidad de enmendar creencias, actitudes, y prácticas inconvenientes, para que el país pueda transitar raudamente por el sendero del desarrollo y bienestar”.
Al respecto, no vamos a pecar de ser “inmaculados”, pero creemos que es necesario hacer conciencia que todos debemos preconizar las buenas costumbres en función de un desarrollo armónico personal y de la sociedad. (O)