Aun con el polvo de Monterrey, México en las plantas de mis pies, luego de asistir al XLIV Congreso Mundial de Poesía, organizado por la WORL ACADEMY OF ARTS AND CULTURED DE LOS EEUU que ya se encuentra en su 44 edición, regreso como un niño que nació en medio de arpegios y de rítmicas estrofas y se encuentra tibio en el regazo de su madre, la poesía, con frazadas de rimas y metáforas.
Sesión tras otra, el alma sensible de los participantes temblaba en trémula pasión. El poeta tiene una especial sensibilidad y las cuerdas de su profundo ser, tañen con cada rima y canto, que en ocasiones llegan a tal vibración, que el llanto, la tristeza y el júbilo, toman su puesto en las disertaciones.
Son 5 congresos ya a los que he puedo asistir: Manta, Grecia, Italia, India y ahora México y me admira su grado de organización y excelencia, gracias a la labor amorosa y amigable de personas como la presidenta Maru Soberanis y la vicepresidenta Paty Garza, que son ya parte de mi admirable familia y amigas del corazón, con las que puedo hablar, incluso, donde solo tienen derecho a ingresar seres luminosos y queridos de nuestras esquinas de la vida.
México es nuestro hermano grande. Somos tan parecidos que sus formas, sencillez y comidas, nos vienen tan familiares que no extrañamos rigores.
Opinión y solo eso es la que me dirige a decir hoy luego del evento mundial, que la poseía es terreno de gente de edad y que más la crean mujeres, pues los números del congreso lo demuestras, de tal manera que sería una obligación nuestra, llamados ya veteranos de guerras poéticas, tratar de imvolucrar adolecentes y jóvenes en este difícil arte y ayudarlos a entender las metáforas que llegasen a ser difíciles para ellos y que en realidad una vez digeridas, son de inmensa creación y luz y volverlas comprensibles, reales, como un rumor de rio o una ola de agua en una extensa playa.
En algún momento digo en uno de mis últimos poemas “donde se marida el fuego con la nieve/ cópula eterna del viento y la pradera” para muchos un contrasentido, para otros un disparate y para pocos una metáfora que lindera los ribetes imposibles de la vida.
Un diserto muy antiguo dice que el poeta nace, no se hace y es verdad, lo que nos tiene que mover a los viejos andarines de las rutas de la metáfora, a descubrir nuevas almas hábiles y prístinas, con nuevas inquietudes, retoños que nos den sombra con sus letras en nuestro ocaso, que siempre pretenderá ser luminoso cuando los escuchemos. (O)