
En entrevista con diario El Mercurio, el padre Juan Cárdenas Tapia, rector de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), analiza en las causas y consecuencias de la reciente movilización indígena en Ecuador, un evento que ha generado grandes debates y reflexiones sobre el rol de los pueblos indígenas, la política y la cohesión social del país.
¿Cómo interpreta la reciente movilización indígena de 14 días en el marco de la historia de protestas en Ecuador?
La movilización indígena se inscribe dentro de una larga historia de resistencia y lucha por derechos fundamentales. Las comunidades ancestrales han enfrentado desigualdades y vulneraciones a lo largo de siglos. Esta movilización no es solo un hecho coyuntural, sino una expresión profunda de la necesidad de que el Estado escuche y dialogue con los pueblos indígenas. La duración y magnitud de esta protesta reflejan su carácter estructural, un llamado urgente a un cambio para construir una nación más justa, plural y respetuosa.
La movilización indígena no es coyuntural, es una expresión profunda de desigualdades históricas que aún persisten y que impulsan a los pueblos a alzar su voz”
Desde su experiencia académica y social, ¿cuáles cree que son las raíces profundas del descontento indígena más allá de la eliminación del subsidio al diésel?
No solo es el descontento por la eliminación del diésel. Este tipo de protestas reflejan siglos de marginalización, pobreza y exclusión de las comunidades indígenas. Más allá de los aspectos inmediatos, como la estabilidad en los precios de combustibles, estas movilizaciones buscan reivindicar derechos ancestrales y defender los territorios indígenas de los proyectos extractivos que amenazan la identidad y el medio ambiente. Esta lucha es contra un modelo de desarrollo que prioriza el crecimiento económico sobre los derechos fundamentales.
¿Qué diferencias y similitudes observa entre esta marcha y las de 2019 y 2022, en términos de objetivos, liderazgo y participación ciudadana?
A pesar de tener una raíz común en la defensa de los derechos sociales, económicos y territoriales, las movilizaciones actuales presentan diferencias significativas. La protesta de este 2025 muestra un liderazgo menos articulado y con menor participación de diversos sectores sociales. En comparación con las movilizaciones de 2022, donde el gobierno fue obligado a sentarse en mesas de diálogo, la de este año tiene un discurso más político y estructural, abarcando temas como la salud, seguridad, y los derechos ambientales, con un énfasis particular en la ciudad de Cuenca.
Criminalizar protestas legítimas deshumaniza a comunidades que luchan pacíficamente por sus derechos y construye un enemigo interno que justifica la represión”
¿Qué opinión le merece la acusación de “terrorismo” por parte del Gobierno y cómo analiza la narrativa de criminalización de los pueblos indígenas?
La acusación de “terrorismo” hacia la movilización indígena es, al menos, irresponsable. Criminalizar protestas legítimas deshumaniza a las comunidades indígenas, que históricamente han sido excluidas y luchan pacíficamente por sus derechos. Esta narrativa construye un enemigo interno y desvía la atención de las verdaderas causas sociales que originan las protestas, como la desigualdad y la falta de oportunidades. Es un error que profundiza la polarización social y justifica represiones que afectan los derechos humanos.
El racismo distorsiona la realidad, invisibiliza las causas del conflicto y refuerza estereotipos que dividen en lugar de construir soluciones inclusivas”
¿Cuál es el papel del racismo y los prejuicios contra los pueblos indígenas en la percepción de que “afectan la economía” por los cierres de vías?
El racismo y los prejuicios distorsionan la realidad, simplificando los conflictos y invisibilizando sus causas estructurales. Las comunidades indígenas no son un obstáculo económico, sino que luchan por derechos fundamentales. La estigmatización refuerza los estereotipos y obstaculiza el diálogo necesario para alcanzar soluciones inclusivas. Es fundamental avanzar en la educación intercultural y promover una mayor empatía y respeto entre todas las culturas en el país.
La Universidad Salesiana ha trabajado de cerca con comunidades indígenas. ¿Qué aprendizajes ha obtenido sobre sus demandas y formas de organización?
Como universidad, la UPS ha optado por la interculturalidad. Hemos aprendido que las comunidades indígenas se organizan en torno a la comunalidad, el respeto por la naturaleza y el liderazgo colectivo. Además, durante las movilizaciones de 2022, la universidad actuó como mediadora, garantizando atención humanitaria y promoviendo el diálogo entre las comunidades y el gobierno. Este trabajo reafirma nuestro compromiso con una educación que valore los saberes ancestrales y las realidades sociales de estos pueblos.
Un buen gobierno no se limita a reprimir el conflicto, debe saber prevenirlo, escuchar y dialogar cuando la tensión social ya está instalada”
¿Qué rol cree que deben jugar las universidades en la mediación de conflictos sociales y ambientales?
Las universidades deben actuar como puentes de diálogo, promoviendo investigaciones que generen soluciones justas. Deben ser espacios donde se fomente el respeto mutuo, la educación intercultural y la mediación para resolver conflictos sociales y ambientales. En este sentido, las universidades tienen un rol clave en formar líderes conscientes y en colaborar con las comunidades, el Estado y las empresas para encontrar soluciones sostenibles.
¿Qué efectos tienen estas movilizaciones en la cohesión social del país y cómo se pueden minimizar los enfrentamientos entre sectores mestizos e indígenas?
Las movilizaciones visibilizan desigualdades profundas que deben ser atendidas. Sin embargo, pueden también aumentar la polarización y la desconfianza entre mestizos e indígenas. Es esencial promover una comunicación abierta, fomentar políticas inclusivas y fortalecer la educación intercultural para construir una identidad nacional que reconozca nuestra diversidad cultural, como establece la Constitución del Ecuador.
¿Qué mensaje enviaría a los sectores urbanos que perciben las marchas como un obstáculo económico?
Las movilizaciones, aunque generen afectaciones económicas, tienen una razón legítima: justicia social y el reconocimiento de desigualdades históricas. El gobierno debe actuar de forma preventiva y no reaccionaria, escuchando las demandas y buscando soluciones inclusivas. Además, debemos comprender que el bienestar económico debe ir acompañado de respeto a los derechos de las comunidades afectadas.
¿Qué papel pueden jugar la educación y la sensibilización intercultural en la construcción de soluciones profundas y sostenibles?
Es fundamental que la educación intercultural forme parte central del currículo educativo para reducir conflictos y promover una sociedad más inclusiva. La formación en habilidades como la empatía y la mediación es esencial para resolver conflictos de manera pacífica. La sociedad ecuatoriana necesita fortalecer una identidad colectiva que reconozca la diversidad y evite discriminaciones, promoviendo el respeto mutuo entre todos los pueblos. (I)