
Si Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), llega a Quito, no solo recibirá el rechazo de las fuerzas del orden, organizadas por el Municipio y el Gobierno, sino que incluso podría ser detenido, tras ser denunciado por terrorismo.
El 6 de octubre del 2025 la bancada legislativa de Acción Democrática Nacional (ADN) presentó un acto urgente ante la Fiscalía General del Estado, en contra de Marlon Vargas, quien en declaraciones recientes anticipó que se “tomará” la ciudad de Quito, como parte de los actos de radicalización del paro nacional.
Michelle Mancheno, vicepresidenta de la Asamblea y jefa de bloque de ADN, informó que la acusación en contra de Vargas se presentó por el delito de terrorismo, tipificado en el artículo 166 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establece penas de 10 a 13 años de prisión; que llegan a 26 años cuando los actos produzcan muerte.
“Hemos presentado un acto urgente en contra de Marlon Vargas por expresar que se va a tomar la ciudad de Quito, no podemos permitir que esta situación vuelva a pasar; parece que Marlon Vargas no recuerda lo que pasó en 2019 y 2022, pero los quiteños sí recordamos, edificios incendiados, la violencia en las calles”, afirmó la legisladora.
¿Qué pasa si Vargas se toma Quito?
Andrés Castillo, también asambleísta de ADN, explicó que con este acto urgente lo que se busca es advertirle a la Fiscalía, para que se prevenga la comisión de un delito, en este caso de terrorismo.
“Al existir el anuncio de Vargas, el Derecho juzga acciones, no intensiones, hasta ahora es una intensión; en caso de que se cometan delitos relacionados con el terrorismo, sabotaje o cualquier cosa que tenga que ver en contra de la paz pública, la Fiscalía realice las investigaciones de manera rápida, urgente”, señaló Castillo.
La ciudad en alerta
Este 6 de octubre del 2025 el Consejo Metropolitano de Quito se reunió de manera urgente y extraordinaria, para establecer acciones que impidan que la ciudad sea tomada por los manifestantes de la Conaie, como ocurrió en los paros nacionales del 2019 y 2022.
El Consejo Metropolitano decidió cuatro puntos: el más importante fue exigirle al alcalde de Quito, Pabel Muñoz, que mantenga el estado de alerta a toda la corporación municipal, es decir, a todas las empresas e instituciones encargadas de precautelar que se cumplan los protocolos de prevención y de protección de las infraestructuras estratégicas de la ciudad.
Wilson Merino, concejal de Quito, explicó que esta disposición implicará la obligación de resguardar la infraestructura estratégica de la ciudad, entre estas el Metro de Quito, el Centro Histórico, el ingreso a la ciudad desde el norte y el sur; además de garantizar la presencia de la Agencia Metropolitana de Tránsito en las vías.
El Consejo Metropolitano de Quito también condenó la violencia en todas sus formas; demandó al Gobierno nacional todas las acciones para evitar que la ciudad se generen actos de violencia; y, exhortó a todas las partes para que depongan cualquier actitud beligerante e inicien los diálogos.
El Gobierno contra Vargas
Después de emitir un discurso en el que directamente amenazó con la toma de Quito, Marlon Vargas, presidente de la Conaie, se mostró más conciliador; en su cuenta de X se dirigió a los habitantes de la capital y recalcó que su lucha no es contra ellos.
“A los ciudadanos de Quito y de todo el Ecuador: Nuestra lucha no es contra las ciudades, sino contra años de abandono, pobreza y desigualdad. No queremos más desaparecidos ni asesinados por exigir dignidad”, afirmó el directivo máximo de la Conaie.
Pero para John Reimberg, ministro del Interior, el mensaje de Vargas fue claro, por lo que el Bloque de Seguridad tomó acciones para no permitir que nadie altere la “paz de Quito”.
“Refiriéndonos a la ciudad de Quito, nosotros estamos aquí, hemos trabajado como Policía y Fuerzas Armadas, el trabajo continúa, estamos articulados para proteger a la ciudad, él ha amenazado a Quito, nosotros estamos preparados como Bloque de Seguridad, no vamos a permitir que nadie altere la paz del país, la paz de Quito”, afirmó Reimberg. (I)
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