Hace cuarenta años, un sueño tomó forma entre el polvo, el hormigón y la esperanza. Hoy, Multicomercio El Batán celebra cuatro décadas de historia, esfuerzo, ingenio y unión familiar, liderada por su fundador, Alberto Morocho.

Su historia, que comenzó con la fabricación de bloques y postes, refleja el espíritu emprendedor que ha impulsado su negocio de materiales de construcción.

Desde su oficina, en el edificio que hoy alberga a la empresa, recuerda sus inicios con una mezcla de orgullo y nostalgia. “Yo era albañil contratista, construía casas para la venta y hacía bloques en 1985”, relata.

En sus primeros años, trabajó en la intersección de las calles Abelardo J. Andrade y Francisco Tamariz, donde, por una década elaboró postes, tubos y bloques de hormigón. Luego, se trasladó al sector de la Feria Libre, donde estableció su negocio actual.

Todo empezó con un intercambio: una casa por una volqueta. A partir de ese vehículo, Alberto comenzó a transportar arena, piedra y ripio desde Paute, fabricar bloques, generar su propio capital y así dar origen a Multicentro Construcciones.

Su vida estuvo definida por el esfuerzo desde muy joven. Alberto perdió a su madre a los tres años y comenzó a trabajar a los siete para ayudar en casa. Esa experiencia lo formó en la disciplina y el aprendizaje práctico. Más tarde, se capacitó en el SECAP, donde aprendió a elaborar planos y diseñar sus propios proyectos. “Me gusta dibujar lo que pienso hacer”, comenta al resumir la filosofía que ha guiado su vida y su empresa.

De bloques a volquetas: la evolución del emprendimiento

Con el tiempo, el negocio evolucionó. Don Alberto incursionó en la compra y adaptación de camiones, transformándolos en volquetas multifuncionales. “Hice tres carros tres en uno: sirven como plataforma, volqueta o camión de carga. Son multiusos”, explica.

Alberto trabajó junto a su esposa y sus ocho hijos, quienes han asumido distintas responsabilidades. Isidro, con visión estratégica en logística y mantenimiento; Rafael está al frente de la ferretería; Jaime continúa con la fabricación de postes de hormigón; Danilo impulsa el área tecnológica y contable con Sisfelsoluciones; y Junior asume la asesoría técnica.

“He trabajado toda la vida para mis hijos. Tal vez sacrifiqué tiempo con ellos, pero hoy tengo la satisfacción de compartir el trabajo con mis nietos”, confiesa con emoción.

Sus nietas también forman parte del legado familiar: Tatiana, próxima a graduarse de arquitecta, participa en nuevos proyectos, entre ellos la construcción de un nuevo edificio; y Danna, reconocida intérprete del Mariachi Toluca, aporta con ideas artísticas. Para celebrar el aniversario, Alberto restauró la infraestructura actual, símbolo del esfuerzo y la visión que lo han acompañado durante su trayectoria.

“Esta historia continúa con la tercera generación; lo que comenzó con bloques, hoy se construye con sueños”, concluye don Alberto. (PNH)-(P)