El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llamó este lunes a derrotar a los «negacionistas» al abrir la COP30 sobre clima en el corazón de la Amazonía brasileña, que se celebra con la ausencia por primera vez de Estados Unidos, segundo mayor contaminante mundial.
El olor a hidrocarburos que recibió en 2024 a los negociadores de la conferencia climática de la ONU en Bakú, Azerbaiyán, dejó paso este año a la humedad de la selva. El objetivo de la cumbre en la ciudad de Belém es salvar los esfuerzos globales frente al calentamiento.
«Es el momento de infligir una nueva derrota a los negacionistas», dijo el mandatario anfitrión en el discurso inaugural del evento. Es «mucho más barato» luchar contra el clima que hacer la guerra, añadió, en relación a los conflictos actuales en el planeta, como el de Ucrania.
Estados Unidos, primera economía mundial y segundo emisor de gases de efecto invernadero después de China, está ausente en Belém: Donald Trump ha tachado el calentamiento de la «mayor estafa» de la historia.
Varios líderes, como el francés Emmanuel Macron, apelaron la semana pasada en una cumbre previa a la cita a defender «la ciencia frente a la ideología».
Esta será «una de las COP más difíciles», resumió Bill Hare, presidente del think tank Climate Analytics, que cita «el contexto geopolítico, con Estados Unidos en modo negación climática».
– Conocer la Amazonía –
La sesión plenaria de la COP30 se abrió a ritmo brasileño: la ministra de Cultura, Margareth Menezes, cantó y bailó en la plenaria la canción «Emorio», escrita por Gilberto Gil, junto a la veterana cantante Fafá.
Lula resistió todas las objeciones para celebrar la cita en Belém, que acogerá a unas 50.000 personas durante el evento pese a la falta de hoteles y la disparada de precios.
Su ambición: que el mundo abra las ojos ante la Amazonía y que los participantes de la COP30 se empapen de la vida tropical de Belém, una ciudad donde los habitantes llevan paraguas para protegerse del sol por la mañana y de la lluvia por la tarde.
«Queremos que la gente vea la situación real de los bosques, de nuestros ríos, de los pueblos que aquí habitan», dijo el presidente.
La Amazonía, cuyos árboles desempeñan un papel esencial contra el cambio climático por la absorción de gases de efecto invernadero, sufre embates como la deforestación y la minería ilegal.
Diplomáticamente, Brasil prepara de forma activa desde hace un año la COP30.
Pero logísticamente los trabajos se extendieron hasta el último minuto y el lunes los operarios retiraban justo a tiempo las cintas de plástico de los pabellones.
– Hoja de ruta –
Sobre la mesa, la mayor incertidumbre reside en cómo responderá el mundo a las últimas proyecciones desastrosas para el clima y, como siempre, al dinero.
«Lamentarse no es una estrategia. Necesitamos soluciones», declaró el lunes Simon Stiell, el jefe de la ONU para el clima que desde hace semanas pide resultados concretos.
¿Cómo reunir las sumas necesarias para ayudar a los países golpeados por ciclones o sequías? El huracán que asoló Jamaica el mes pasado, el más violento en casi un siglo, es una clara prueba de las necesidades.
Lula también propuso una «hoja de ruta» para salir progresivamente de las energías fósiles, que será presentada el martes al resto de los países, dijo André Correa do Lago, presidente brasileño de la conferencia.
Esta promesa fue adoptada en la COP28 de Dubái, pero actualmente choca con un apoyo renovado a la industria petrolera, especialmente desde la elección de Trump.
«¿Lograremos un consenso (sobre energías fósiles)? Es uno de los misterios de la COP30», dijo Correa.
Desde hace 30 años, los países miembros de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático negocian para fortalecer el régimen climático.
El esfuerzo culminó con el Acuerdo de París en 2015, que compromete al mundo a limitar el calentamiento a 2°C y a continuar los esfuerzos para contenerlo a 1,5°C respecto de la era preindustrial.
Pero el jefe de la ONU, António Guterres, reconoce ahora que es «inevitable» que se supere este umbral próximamente, y pide hacer lo necesario para que eso dure el menor tiempo posible.
Esto implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente causadas por la combustión de petróleo, gas y carbón.
«1,5°C no es solo una cifra o un objetivo, es una cuestión de supervivencia«, dijo a la AFP Manjeet Dhakal, asesor del grupo de países menos desarrollados en la COP. «No podremos respaldar ninguna decisión que no incluya una discusión sobre nuestro fracaso en evitar los 1,5°C.» AFP












