El desarrollo de los pueblos se optimiza con el involucramiento de la comunidad que, podría parecer un quijotismo, pero la experiencia nos ratifica como cuando, desde lo local, se asume un rol en el mantenimiento de su infraestructura vial, por ejemplo. Así, o algo así, sucede con las comunidades de la microcuenca del río Jadán que, en forma solidaria toman parte en el mantenimiento de su carretera ante el deterioro y contaminación permanentes que afectan la movilidad, la salubridad, la biodiversidad y el paisaje.
Unos años acá, Jadán cuenta con una carreta asfaltada de dos carriles y aceras, en partes habilitada otras no, pero diseñadas y en permanente rescate, desde el distribuidor de Guangarcucho, en la autopista Cuenca Azogues, hasta el centro parroquial de Jadán, ofreciendo en su ascenso una panorámica espectacular del valle Cuenca Azogues y sus miradores: Platado, Chocarsí, Pachamama, Cojitambo, el Abuga entre otros, a la vez que enlaza pintorescas localidades como San Juanpamba, Minas, Tunasloma, La Palmira, El Progreso, Vegaspamba y muchos centros mineros, agrícolas, madereros y artesanales ubicados en un eje vial turístico que tiene como destino el Bosque Protector Aguarongo, transporte intercantonal e interparroquial, ciclismo recreativo y de entrenamiento y un desfile permanente de volquetes cargados de áridos de sus minas, lo que exigen una vía en buenas condiciones. En el descenso desde Tunasloma hasta el río Jadán, la carretera serpentea por una vistosa franja boscosa entre sigsales, siempre en flor, y una tupida vegetación de pinos, ciprés y nativas. Irónicamente, esta zona, es frecuentada por desconocidos para abandonar mascotas, arrojar restos de construcción, de latonería y todo tipo de basura, ensuciando, obstruyendo, contaminado y afeando la vía y su entorno.
Los vecinos del sector La Palmira, tramo Tunasloma – El Progreso, solidariamente se han organizado y asumido el cuidado de la carretera y su pintoresco entorno, realizando mingas de limpieza, desalojo de derrumbes y basura, señalización y programas de vigilancia con telefonía comunitaria y cámaras, para detectar a los infractores y denunciarlos a las instancias legales respectivas. Se trata, al fin, de mantener limpia la vía y su pintoresco entorno. (O)





