En los años ochenta y noventa del siglo anterior en Latinoamérica se discutía la necesidad de un orden justo. Rafael Caldera y antes Rómulo Betancourt, en Ecuador Carlos Cueva Tamariz y Ramiro Borja y Borja, juristas entre tantos estadistas que aportaron con la tesis de un sistema constitucional fundamentado en la justicia social, la libertad y el pluralismo.
Desde los años de restauración democrática de 1978 hemos tenido tres constituciones y acabamos de vivir el proceso de consulta popular para CONVOCAR a la Asamblea Constituyente con la negativa del 60 por ciento para esta iniciativa del presidente Noboa tendiente a reformar la Constitución del 2008 o redactar un nuevo texto que realmente garantice la seguridad jurídica.
Al respecto, reitero ese punto de vista a tener en cuenta y que señala que en los procesos de consulta popular y referéndum se opta por decidir el voto no por el contenido de las preguntas sino como un mecanismo de aprobación o desaprobación a la gestión del presidente de la República. Es así que los resultados del 16 de noviembre deben ser valorados como un mensaje de diversos sectores para que se profundice la política social y la real independencia de las funciones e instituciones del Estado.
Recordemos que cuando Daniel Noboa fue elegido para completar el período del presidente Guillermo Lasso, bloqueado por la mayoría opositora de Revolución Ciudadana que pretendió sin fundamento constitucional su destitución, se convocó a la denominada muerte cruzada y, que luego de cumplido el año de gestión complementario, en las elecciones presidenciales y legislativas del 13 de abril del 2025, el sector político liderado por ADN obtuvo la mayoría de más del 53 por ciento, en tal perspectiva, la conducción del gobierno en los tres año y meses que tiene para cumplir su mandato, debe ser fortalecida en el cumplimiento de una gestión eficaz que abra el camino al orden justo que necesita Ecuador. (O)









