El “Día Internacional de las Personas con Discapacidad” se celebre este 3 de diciembre, siendo concebida por la ONU en 1992 con el objetivo de PROMOVER SUS DERECHOS, BRINDAR BIENESTAR Y SOBREMANERA LA INCLUSIÓN EN LA SOCIEDAD.
No justifica dar a conocer estadísticas mundiales y, sobre todo, ecuatorianas, a sabiendas de la existencia de preocupantes subregistros y muchos “falsos positivos” en función de la viveza criolla por recibir los “bonos”, e incluso penosa y abusivamente para adquirir hasta vehículos de alta gama a precios baratos. Ya vivimos vergonzosas experiencias, como las que se denunció hace pocos años. Este ardid creemos que en algo ha disminuido, pero todavía habrá muchos discapacitados “funcionales” para engañar y hurtar al Estado. Y, lo paradójico, como de película, que luego posan los “benefactores” junto a los “discapacitados” para proyectarse por Facebook o aparecer en los diarios y en los informes a los ministros, cuales Robin Hood o Nahún Briones.
Se han descrito varios tipos de discapacidad, empero, en el entorno de los hogares no le damos la importancia que se merece a una “discapacidad inducida”, que se presenta sobre todo dentro de las familias; en efecto, la sobreprotección a los hijos conlleva a que los “inutilicemos” llegando al extremo de hacerlos incapaces casi para todo. Son hijos que luego tienen problemas en la vida misma, fracasando en el escogimiento de profesiones, en el trabajo y en relaciones interpersonales.
Es el día de hacer conciencia de las verdades discapacidades, que deben ser atendidas por el Gobierno y Estado, día de la reivindicación de sus derechos, pero, sobremanera, de ser solidarios en una sociedad que aúpa la belleza, la perfección, y que “mira al otro lado” sin aceptar que ninguno estamos exento de sufrirlas. Incluso, hemos llegado a comentar sarcásticamente que “algunitos” de nuestros “padres de la patria” adolecen de “discapacidad mental”. Una ironía que hay que tomarlo, casi en serio, porque el Gobierno no puede atender o pagar a no pocos pseudo discapacitados desatendiendo a miles de ecuatorianos que necesitan ser incluidos en la sociedad en función de sus legítimos derechos. (O)








