Salir de la crisis

Contrariamente a lo que quisieran ver los y las correístas desvergonzados y tremendamente frustrados el país ha superado en muy buena forma las pretendidas insurrecciones recientes Los indígenas azuzados por los socialistas trasnochados y por las mafias delincuenciales y narcotraficantes, casi todopoderosas, no lograron hundir el país en el abismo al que querían llegar.

Esos pobres indígenas acarreados a las manifestaciones y sentados a las orillas de los caminos eran azuzados a reclamar “derechos humanos” mientras por su parte afectaban los derechos de los demás. Así cerraron carreteras e impidieron la libre movilidad y el comercio fundamental del campo, así apedrearon a las personas indefensas que querían ir de aun lado a otro, cerraron los mercados que inyectan algo de vida a los pueblos pobres. En nombre de los derechos humanos incendiaron casas y vehículos sembrando más pobreza entre las personas a las que dicen defender y por las cuales supuestamente luchan.

Cuánta falsedad e hipocresía. Los que cometían los actos bárbaros citados en líneas anteriores obedecían consignas de unos extremistas trasnochados que no se hacen a la idea de que el mundo ha cambiado y que las consignas políticas válidas en el siglo pasado ya no sirven para estas épocas. Por esto es que vemos grupúsculos que no llegan a cien personas vociferando que “luchan por el pueblo”, pueblo que no hace caso a esas personas lideradas por tres o cuatro extremistas ciegos seguidores de ideologías trasnochadas como el “mariateguismo”, atrasadas ideas de un ridículo socialismo retrógrado que afincó en Perú y es el evangelio de atrasados como ese tal Iza que ha causado inconmensurable daño al país en sus cuantas asonadas que para nada han servido, salvo empobrecer más a los pobres, pero que, casi seguro estoy, le habrán dejado pingües ganancias económicas para seguir alborotando al país.

Sería muy deseable que los empecinados y atrasados correístas de toda clase, al fin se dieran cuenta del fracaso rotundo de las absurdas ideas, que no son ideologías, inculcadas por el envenenado prófugo “cuatro pelos” y permitan al país salir de la crisis en que nos dejó sumidos. (O)

Dr. Marco Carrión

Dr. Marco Carrión

Médico desde 1968. Profesional en SOLCA y en el IESS, donde fue Director de la Regional 3. Fue Director del Hospital José Carrasco Arteaga y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cuenca.
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