Se acaba hoy el 2025 y creemos que es necesario resaltar el accionar de un abogado gualaceño que no se dejó presionar ni claudicó en su labor, nos referimos al CARLOS SERRANO LUCERO que finalizando el año muestra al país un ejemplo de profesionalismo, honradez y valentía en el cumplimiento de su función. El país aprueba y aúpa su accionar.
Por el contrario, los ecuatorianos llevamos como un estigma el no elegir bien. Se atribuye a múltiples factores, como que no nos empoderamos de la política, sufragamos emocionalmente, votamos en función de personas no de país, nos dejamos seducir con mucha facilidad para terminar frustrados y rechazando a la política. Nos olvidamos con facilidad de los muchos casos de corrupción para terminar sufragando por los “mismísimos” protagonistas de corruptelas que han terminado en la amnesia ciudadana.
Lo paradójico de los ecuatorianos es que no aprendemos de nuestros errores, nos lamentamos y volvemos a tropezar de nuevo; al respecto, menciona el escritor peruano Mario Vargas Llosa: “lo importante de unas elecciones no es que haya libertad en esas elecciones, sino votar bien”.
Por los errores al elegir, hemos pagado un precio muy alto, obvio es pensar que tampoco otros potenciales gobiernos nos hubieran sacado de la crisis. En este contexto, y para evidenciar que elegimos mal, tratamos de dar nuestra opinión, misma que posiblemente sea diferente de muchos ecuatorianos, que lo respetamos, en el marco de nuestra endeble democracia. Es difícil superar la subjetividad, sin embargo, podemos asentir que no cumplieron con las expectativas en los últimos años: los gobiernos de la RC (con la excepción del primer período), de Lenín Moreno, de Guillermo Lasso y del gobierno actual de Noboa que hasta el fin del 2025 no cumple con lo ofrecido, peor con lo esperado por el pueblo que lo eligió.
Por elegir mal, las autoridades nacionales y seccionales nos quedan debiendo y mucho.
No perdamos la esperanza de que nos vendrán días no tan negativos para las mayorías.
Este fin de año hagamos conciencia que debemos al menos tratar de elegir bien a nuestras autoridades, anteponiendo que en pre-elecciones todos son buenos y dadivosos pero que cuando llegan al poder la mayoría se olvidan del pueblo que los eligió.
Gracias a nuestros lectores y … ¡Feliz año 2026! (O)







