Decenas de miles de iraquíes se manifestaron este viernes en Bagdad y otras nueve provincias del centro y sur de Irak para mostrar su rechazo a los recientes ataques de Estados Unidos e Irán en su territorio, además de pedir la formación de un nuevo Gobierno que ayude a recuperar la soberanía del país.
Entre fuertes medidas de seguridad y pese al despliegue de tropas en las inmediaciones de las plazas de las diferentes ciudades, los participantes gritaron consignas contra Washington y Teherán por convertir Irak «en una plaza para su rendición de cuentas» y contra los políticos «corruptos» iraquíes que lo permitieron.
Uno de los organizadores, Sabah Nabil, explicó a Efe que los actos, en los que toman parte «decenas de miles» de personas en todo el país, son una respuesta a convocatorias realizadas durante los últimos tres días y afirmó que la participación en la plaza Tahrir de la capital es mucho más elevada que en las semanas previas.
Las protestas, convocadas para primera hora de la tarde, ya tuvieron seguimiento por la mañana, pero se intensificaron después del rezo musulmán de los viernes, como viene ocurriendo desde su inicio a principios de octubre.
«Nuestras demandas sigue siendo las mismas, alejar a los corruptos y juzgarles, elegir a un nuevo primer ministro que sea independiente» para que «acabe con el sufrimiento del pueblo y recupere la soberanía», indicó Nabil.
Además, piden elecciones anticipadas bajo la batuta de una Comisión Electoral «honesta» y la supervisión de la ONU, detalló sobre unas demandas que en la última semana han quedado en segundo plano después de que EEUU asesinase en Bagdad a un general iraní y Teherán respondiese con ataques a dos bases también en Irak.
Uno de los participantes en las manifestaciones de este viernes, Hason Abdel Amir al Saday, explicó a Efe que salió a la calle porque no va a permitir que Irak «se convierta en un país para la rendición de cuentas entre Estados Unidos e Irán, queremos un Gobierno con lealtad a Irak».
«Queremos la dignidad y soberanía completa, queremos vivir con libertad, seguridad y paz», defendió Al Saday, que también condenó que se convierta a Irak en parte de los conflictos regionales e internacionales.
La Célula de Información de Seguridad, por su parte, informó en un comunicado de que ha tomado medidas para garantizar el pacífico desarrollo de los actos convocados para hoy.
Todo ello se produce en medio de una grave escalada de tensión en Oriente Medio desencadenada tras el ataque de EE.UU. que hace una semana acabó con la vida del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimaní, y líderes de las milicias chiíes Multitud Popular.
Irán respondió hace dos días con el lanzamiento de misiles contra dos bases militares que albergan a tropas estadounidenses en el oeste y norte de Irak. EFE