Autor propone crear rutas turísticas en base a riqueza monumental. “Epigrafía y Escultura Patrimonial de Cuenca” intitula una investigación de Felipe Díaz Heredia.
Hay una disciplina para el estudio de la Historia, del Arte, del Patrimonio: la Epigrafía, la cual estudia las inscripciones sobre placas, paredes, piedra; están presentes en monumentos, inmuebles, puentes, calles, instalaciones públicas y privadas. Felipe Díaz Heredia, odontólogo, investigador, novelista, conocedor de la fotografía, ha publicado el primer libro de este tipo en la ciudad: “Epigrafía y Escultura Patrimonial de Cuenca”.
El autor localizó 375 placas e inscripciones, tras siete años de investigación y de recorrer la ciudad por casi todas partes. Su libro, a todo color y gran formato, documenta al detalle cada placa o inscripción, con su fotografía, localización, antigüedad, texto y antecedentes históricos.
Las inscripciones más antiguas de Cuenca están grabadas en mármol. La primera, de apenas unos días después de fundada la ciudad, está en la iglesia de San Blas y dice así: “EN EL AÑO DEL SEÑOR DE 1557, A 3 DE MAYO, SE COLOCÓ LA PIRA PIEDRA DE STA IGLESIA DE SAN BLAS…”
Otra, en la Casa del Comité Barrial de El Vergel, con letras perfectamente trazadas dice: “ESTAS PUENTES SE HICIERON POR ORDEN MANDADO DEL… Y EL LICENCIADO DE LAS CABEZAS DE MENESES, OIDOR DE QUITO…” Es decir, la piedra perteneció a antiguos puentes de la zona.
La siguiente inscripción en antigüedad y también de los tiempos del coloniaje español está en el rollo de El Vecino, donde la justicia de la época colocaba los cuerpos ya sin vida de los condenados a muerte, para que se vea cómo se castiga el crimen y sirviera de escarmiento. También se aplicaban las penas de azotes, frecuentes en la época.
Los rollos se ubicaban a la salida de las ciudades, a la vista de todo viajero. En su cúspide hay una columna de piedra con el símbolo de la autoridad española, el León de Castilla, hecho de piedra, y grabado en la piedra se lee: “R.O.V. EL SEÑOR GOVERNADOR YNTENDENTE D. JOSÉ ANTONIO VALLEJO. DIVISION DE LOS CAMINOS QUE MANDÓ PONER…EL AÑO DE 1787”. Las letras R O V en un monograma, significaban, en latín, según Antonio Lloret en su estudio sobre los monumentos de Cuenca: “Rex ofensa vindicta”, es decir: “venganza a las ofensas al rey (y a la justicia).
Dos inscripciones más, siguientes en antigüedad, se relacionan con la iglesia y la cultura funeraria. La primera, la piedra sepulcral de ingreso a la cripta de la Catedral Vieja tiene tallado en mármol el escudo del papa, con la leyenda “HIZOSE ESTA BÓVEDA SIENDO MAYORDOMOS EL COMISARIO FCO. SERRANO-IGNACIO DE QUEZADA”.
Las segundas son unas inscripciones que llaman la atención: se encuentran en los peldaños de acceso al templo de las religiosas Conceptas, frente a la Cruz Roja, son lápidas de tumbas, una con el año 1781 y grabados de cráneos con huesos cruzados…
En 1822, el Cabildo de Cuenca dispuso realizar monumentos a Sucre y Bolívar, lo que encargó al escultor Gaspar Sangurima, solo se cumplió en 1881, cuando se dio el trabajo al artista Miguel Vélez. Las esculturas estaban en el puente de Machángara y en la colina de Yanuncay; hoy están en el museo Remigio Crespo; fueron los primeros intentos de escultura urbana, subraya Díaz e incluye fotografías.
El libro, organizado en principio en forma cronológica, está dividido en capítulos. Tras explicar la importancia de la Epigrafía y sus muestras más antiguas, dedica el capítulo III a los personajes ilustres, cuyas placas están en monumentos e inmuebles vinculados a su permanencia en Cuenca.
En la Quinta Bolívar hay una placa que recuerda que en ese lugar estuvo la casa a donde llegó a Cuenca, el Libertador, Simón Bolívar, en 1822. Sobre la puerta de ingreso a la biblioteca de la Casa de la Cultura, en la calle Luis Cordero, una placa de 1959 conmemora la visita del científico Alexander von Humboldt (en 1802).
El capítulo dedicado a la Epigrafía y Escultura Religiosa destaca a la Virgen de Bronce, (“primer monumento urbano”, 1904), los relieves de mármol del monumento a Cristo Rey y los de piedra, detrás del monumento -en la plaza de la Merced-, a Julio Matovelle, que narran su vida.
En el capítulo de la Epigrafía Institucional, como las placas de planteles educativos, resalta la primera piedra del edificio del colegio Benigno Malo (1924). La Epigrafía Eclesiástica y la Escultura Moderna completan la obra.
Así pues, hay una “Cuenca epigráfica, monumental e histórica, a base de lo cual se podría diseñar rutas turísticas: la Ruta de la Epigrafía, la Ruta de la Monumentología y Cuenca ganaría un punto más en su condición patrimonial. Ganaríamos un punto más, turístico, para que, a través de las placas se pueda identificar nuestra historia”, subraya Díaz.(F)
Placas extraviadas.- Una valiosa placa que está perdida data de 1859. La placa de piedra que dejó el jefe de la Misión Geodésica, La Condamine, estuvo perdida por mucho tiempo, pues la había llevado a Colombia el científico Francisco de Caldas, para reponer esta placa, mandó levantar un obelisco en el cerro Frances Urco, en Tarqui, de ahí, de mano en mano, llegó hasta el Colegio de Ingenieros, que la tenía en una pared en su antigua sede. Al venderla al Registro Civil, la institución reconstruyó el inmueble y ese periodo se perdió la placa. Felipe Díaz Heredia reproduce en el libro la fotografía de la placa perdida.
Otras que se desconoce dónde están son: una de mármol del monumento a Elia Liut antes de su remodelación y otra dedicada por la hermandad masónica a José Peralta y que también se la retiró para remodelar el redondel de su monumento. (I)
DETALLES
– Aporte a la historia.- La obra contiene un detallado catálogo de los artistas artistas, escultores o fundidores de los monumentos y placas citadas, con su nombre, ubicación, fecha y material.
– Monumentos itinerantes.- Cuando Cuenca celebró el centenario de su independencia, (1920), en el Parque Calderón se ubicó una docena de esculturas con pedestales transitorios. No sé conocen dónde están hoy, pero quedaron sus fotografías.
– La prueba fotográfica.- Muestra los cambios en monumentos, por ejemplo el de Víctor J. Cuesta, antes en un gran pedestal en la plaza San Francisco.
– Maquetas.- Hay monumentos proyectados como el Gil Ramírez Dávalos o el promotor de la independencia de Cuenca, José María Vázquez de Noboa.
– En campanas.- También hay epigrafía en campanas como en las de la Catedral Vieja, Santo Domingo, las Conceptas. (F)
APOYO
La publicación de la obra ha sido posible con el auspicio de la Prefectura del Azuay; 16 instituciones y personas facilitaron el acceso a fotografías, entre ellas Santiago García, del Fotoclub Cuenca; el diseño es de Álvaro Soto.
Por: Angel Vera B.
avera@54.196.56.88
Fotos: Xavier Caivinagua A.
El Mercurio-Cuenca