La ministra ecuatoriana de Gobierno, María Paula Romo, aseguró este martes que la frontera de su país con Colombia es un lugar «barato» a nivel mundial para producir cocaína, algo en lo que contribuye abiertamente el contrabando de combustibles.
«No hay lugar en donde sea tan barato producir cocaína en el mundo como en la frontera entre Colombia y Ecuador porque están las zonas más densamente sembradas de coca, y la gasolina subsidiada más barata del continente, en la frontera ecuatoriana», señaló.
En el foro «Hacia un Ecuador sin contrabando» desarrollado en la Universidad Internacional SEK, de Quito, indicó que entre los principales productos que salen del país como contrabando figuran la gasolina y las bombonas de gas, que tienen en Ecuador un nivel de subsidio «alto».
La gasolina subsidiada, «que se contrabandea a otros lugares del país y a otros países de la región, se usa como un precursor para producir cocaína», explicó.
Según Romo, sólo del 30 % de toda la gasolina que se vende en el país, tienen identificado al comprador a través de la factura, y otro 30 %, se enmarca en ventas señaladas como «consumidor final».
Y el «otro 30 % no se factura», detalló al recordar que sólo para subsidiar gasolina, el Estado ecuatoriano destina entre 1.200 y 1.400 millones de dólares al año.
Un dinero que pretendió ahorrarse con la eliminación de los subsidios decretada en octubre pasado, pero que fue derogada tras una oleada de protestas sociales, muchas de ellas de una violencia inusitada que duraron once días.
Entre los factores que contribuyen a hacer de Ecuador un país «atractivo para muchos negocios ilegales», Romo mencionó su ubicación geográfica y la dolarización «que hace que el lavado de activos sea más sencillo en Ecuador».
Por otra parte, comentó que solo dos países en la región tienen una policía aduanera paralela a la Policía Nacional, algo que, en su opinión, es un «conflicto».
«Solamente en Ecuador y en Paraguay, las aduanas tienen su propia policía y eso es un conflicto», dijo durante el Foro en el que se habló de otros delitos vinculados al contrabando.
Explicó que la Policía Nacional es una institución que tiene ya cerca de 200 años de historia, y por ello las capacidades y la solidez institucional para renovarse, para ofrecer a sus miembros un programa de carrera y tener mecanismos internos disciplinarios de sanción e investigación.
Romo concluye que la fortaleza institucional para atacar un delito como el contrabando «no es la misma cuando se crea una policía paralela, una policía aparte, que no está enancada en ninguna otra institucionalidad estatal que tenga que ver con una de las facultades que caracterizan al Estado: el uso de la fuerza».
La ministra recordó, además, que la Policía Nacional tiene una unidad especializada en contrabando y trabaja junto con la Aduana y su policía.
«Solamente Ecuador y Paraguay tienen una policía aduanera que está separada de la Policía Nacional, no tenemos ninguna posición respecto de si tiene que desaparecer o no», dijo la ministra al ser consultada sobre esa posibilidad por la prensa en un aparte del foro.
También María Alejandra Muñoz, directora del Servicio Nacional de Aduanas, se refirió a las policías paralelas, cada una con su sistema de inteligencia.
«Frente a esta situación, si no tenemos una sola inteligencia y vamos haciendo la investigación por partes, es muy difícil consolidar los procesos de control en el contrabando abierto», comentó en el foro.
En el encuentro sobre contrabando, la ministra Romo se lamentó de que ese delito esté «naturalizado» en el país, al punto de que ha habido casos en los que las autoridades policiales han sido atacadas por cumplir con su deber de control.
Destacó el trabajo de las autoridades para controlar el contrabando y mencionó que en lo que va del año se han desarrollado ya 6.000 operativos. EFE