Las Fuerzas Armadas iraquíes reanudaron las operaciones con la Coalición Internacional liderada por EE.UU. que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), casi tres semanas después de que quedasen suspendidas tras la muerte del general iraní Qasem Soleimaní, ocurrida en un ataque estadounidense en las proximidades de Bagdad.
«Viendo la continuidad de la actividad por parte de las bandas terroristas del EI en varias zonas de Irak y para aprovechar lo que queda del periodo de tiempo de la coalición internacional (…), se decidió realizar trabajos conjuntos», dijo en un comunicado la oficina del comandante de las Fuerzas Armadas.
La oficina, que encabeza el primer ministro Adel Abdelmahdi, que continúa interinamente en el cargo pese a haber dimitido el 29 de noviembre, detalló que las operaciones incluirán apoyo aéreo de la alianza internacional durante las ofensivas del Ejército iraquí, así como otras labores a determinar por las comandancias competentes.
Según la nota, el apoyo continuará «hasta acordar la forma de cooperación en el futuro de manera que garantice la soberanía de Irak en tierra y aire».
La coalición que lucha contra el EI, integrada por más de medio centenar de países y que comenzó su misión en Irak en 2014 cuando la formación yihadista conquistó amplias zonas del país, todavía no se ha pronunciado sobre la posible reanudación de operaciones conjuntas.
La alianza anunció el 5 de enero la suspensión de sus actividades de apoyo y entrenamiento de las tropas iraquíes para concentrarse en la protección de las bases donde se encuentran desplegadas sus fuerzas en Irak.
Ese mismo día, el Legislativo iraquí aprobó una moción en la que solicitaba al Ejecutivo que acabase con la presencia de cualquier fuerza extranjera y anulase la petición de ayuda a la coalición internacional.
Cuatro días más tarde, la coalición anunció que la suspensión de operaciones se extendía a sus actividades militares en Irak, a la espera de que se aclarase su situación en el país.
Las llamadas exigiendo la salida de las tropas estadounidenses comenzaron después del ataque estadounidense que con la vida de Soleimaní y otros líderes de milicias iraquíes integradas principalmente por chiíes, una acción que el Ejecutivo de Abdelmahdi consideró una violación a su soberanía.
Decenas de miles de personas secundaron el pasado fin de semana una manifestación convocada por el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr, cabeza de la principal fuerza parlamentaria del país, para exigir la salida de las tropas extranjeras del país. EFE