Reparar la Terminal de Challuabamba, del Poliducto Pascuales-Cuenca, en cuya mayor parte de pisos y taludes hay grietas, deslizamientos y fisuras, cuesta unos 35.000.000 de dólares.
Así lo determinó un estudio que hizo la Empresa Pública de la Escuela Politécnica Nacional (EP-EPN), que fue contratada a finales de 2018 por un monto de cerca de 400.000 dólares. Este trabajo le tomó casi un año.
Toda esta obra debía ser inaugurada en septiembre de 2015, tras un plazo de 700 días; sin embargo, recién se entregó en diciembre de 2016. Estuvo presupuestada en 250.000.000, pero al final costó 623.000.000.
El objetivo de esta conducción fue facilitar el transporte de combustibles y Gas Licuado de Petróleo (GLP) para las provincias de: Azuay, Cañar, El Oro, Loja, Morona Santiago y Zamora Chinchipe, directamente desde la provincia de Guayas.
La Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador (EP Petroecuador), que administra esta terminal, calculó que construir una nueva representa una inversión de por lo menos 202.000.000.
Rodrigo Pareja, titular de la Gerencia de Infraestructura, de la EP-EPN, quien estuvo a cargo del diagnóstico para la reparación, explicó que cumplieron una serie de análisis a profundidad para la estabilización de los taludes.
Hicieron evaluaciones geofísicas y pozos de perforación, para caracterizaciones de suelos y niveles de agua; diseñaron un modelo hidrogeológico; presentaron las alternativas; y dieron las recomenaciones de ingeniería.
Reveló que descubrieron gran diferencia en los estratos o capas del suelo; además de agua, que fluye en la parte interior; y asimismo hallaron que hay una quebrada hacia la parte lateral.
La solución más conveniente que propone la EP-EPN es la colocación de pilotes en filas, que permitirá variar la consistencia del suelo para lograr que se confine y así evitar que las placas se muevan.
Igualmente planteó la construcción de drenajes para captar y conducir adecuadamente el agua, y finalmente sugirió la implementación de muros de anclaje en las partes superiores. Estas intervenciones tomarían unos seis meses.
A decir de Pablo Flores, gerente general de EP Petroecuador, esta terminal “se encuentra en una situación verdaderamente crítica, no obstante sigue en operación…”. La compañía Odebrecht, de Brasil, construyó esta infaestructura.
Indicó que la sección donde están los dos grandes depósitos, denominados esferas, que almacenan 6.238 metros cúbicos (m³) de Gas Licuado de Petróleo (GLP) cada uno, es decir, un total de 12.476.000 litros (I), está inhabilitada.
Recordó que EP Petroecuador declaró la terminación unilateral del contrato con Odebrecht porque se detectaron problemas contractuales. Esta constructora apeló esta decisión.
Posteriormente se confirmó que Odebrecht destinó un poco más de 2.000.000 de dólares en coimas para la suscripción del contrato para hacer la Terminal de Challuabamba.
“Tenemos problemas muy graves con los suelos, son completamente inestables, tenemos una pésima compactación, tenemos un suelo arenoso, debajo de cual corre un río verdaderamente, y hay un pésimo drenaje…”, aseveró.
Sandra Idrovo, jefe de la Terminal de Challuabamba, indicó que han gastado hasta ahora unos 600.000 dólares en corrección de fallas, que se hacen prácticamente todos los días. Gracias a esto la operación se ha mantenido constante.
Desde diciembre de 2018 por seguridad se suspendió el despacho de GLP, mientras que de los demás productos (gasolina ecopaís, súper; y diésel premium y dos) se mantiene normal: 650.000 galones (gal) por día. (CSM)-(I)
DETALLE
Unas 200 toneladas métricas ™ por día de Gas Licuado de Petróleo (GLP) dejó de despachar la Terminal de Challuabamba.