La Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) instaló radares de control de velocidad en el kilómetro 15 de la vía Cuenca-Azogues, sitio donde el pasado 22 de enero -a causa de un accidente de tránsito- colapsó el puente peatonal que conectaba a Nulti con Capulispamba, en Cuenca.
Además, se ha vuelto a colocar los radares en el kilómetro 7 de la vía Cuenca-Azogues, esto es a la altura de la avenida Max Uhle, a poca distancia de la entrada a El Valle.
En este espacio ya existían los dispositivos, pero en marzo de 2018 fueron averiados por vándalos. Ahora hubo la reposición de los equipos.
El límite de velocidad en la considerada como «autopista» es de 90 kilómetros por hora, pero los radares captan para la sanción a los vehículos que son conducidos sobre los 100 kilómetros por hora.
Edison Moscoso, director de la CTE en el Azuay, explica que la instalación de radares en la zona donde colapsó el puente peatonal tiene como objetivo dar seguridad a los peatones que se ven obligados a cruzar esta transitada vía para dirigirse y retornar de planteles educativos y lugares de trabajo.
Detalla que estos radares no son nuevos, sino que han sido reubicados; anteriormente permanecían en el kilómetro 21 de la vía rápida, en los límites con la provincia de Cañar.
La recomendación a los conductores es respetar el límite de velocidad para reducir el número de accidentes y evitar multas.
La sanción por exceder el límite de velocidad en las vías estatales (entre esta la vía Cuenca-Azogues) equivale al 30 % de un Salario Básico Unificado (SBU); es decir, 120 dólares.
Los dispositivos captan al vehículo conducido sobre el límite de velocidad y la notificación de sanción para el propietario del automotor es enviada por correo electrónico.
La CTE indica que los radares están ubicados en zonas consideradas de alto riesgo por la incidencia de accidentes como atropellos, choques y vuelcos. Actualmente están en funcionamiento 42 radares de la CTE en diferentes vías de la provincia del Azuay.
La Comisión de Tránsito señala que una empresa externa tiene como obligación realizar las labores de control y mantenimiento a los radares, para evitar alguna probabilidad de falla en los artefactos. Esto garantiza la evaluación del sensor del radar, exactitud, fiabilidad de la velocidad y la habilidad de la cámara para captar a los vehículos en distintos rangos de velocidad.
El comportamiento de los conductores es reducir la velocidad al aproximarse a un radar, y una vez que se pasa el dispositivo vuelven a acelerar, alcanzando velocidades que implican riesgo a la vida de los usuarios de las vías. Así, una de las causas de percances es el exceso de velocidad y la falta de atención al conducir.
Fotosensores
Mientras tanto, desde el pasado 24 de enero, entraron en funcionamiento los fotosensores de la Empresa Municipal de Movilidad (EMOV EP) que están ubicados en la avenida Ricardo Durán y Luis Godín, ruta de acceso a la parroquia Baños, sur de Cuenca.
Los dispositivos localizados en ambos carriles están programados para captar a los vehículos conducidos sobre el límite de velocidad permitido, que es de 50 kilómetros por hora. De esta manera, el sistema notificará la contravención al propietario del automotor para el pago de la multa.
De acuerdo con la EMOV EP, -en la referida zona- si un vehículo es conducido entre los 50 y 60 kilómetros la multa equivale al 30 % de un Salario Básico Unificado (SBU), que equivale a 120 dólares. Pero si el automotor es captado por el radar a más de 60 kilómetros por hora, la multa será el 100 % del SBU, esto es 400 dólares.
Estos dispositivos fijos de control de exceso de velocidad también han sido instalados en otras vías urbanas como la avenida Ordóñez Lasso y en la avenida De Las Américas.
De igual forma, Agentes Civiles de Tránsito cuentan con radares móviles para ejecutar operativos de control de velocidad en diferentes sectores de Cuenca. (KOQ)-(I)