¿Qué es de la vida de Adriana Martínez?

Un ambiente acogedor se siente en la casa de Adriana Martínez. La ex atleta que dio muchos glorias al deporte azuayo nos recibió desde la comodidad de su hogar, ubicado en Challuabamba, en donde evocó grandes recuerdos y habló sobre su presente.

Cuenta que hasta ahora la recuerdan por su sobrenombre. “Me conocían como Gacela por mi tranco largo y la rapidez”, recuerda entre risas la madre de cuatro hijos.

Atrás quedaron sus largas jornadas en la pista, hoy en día tiene una constructora junto a su esposo Patricio Rodas. “Colaboro en el área administrativa”, agrega.

Por su trabajo, Martínez viaja constantemente entre Cuenca y Quito constantemente, sin embargo, no ha dejado el deporte por completo. “Hago ejercicios todos los días, sino me cogen los años y los achaques”, indica con una sonrisa.

Su rutina diaria se basa en largas caminatas; no trota porque tiene problemas en sus articulaciones originados en su faceta de atleta que ahora se recrudecen.

No es para menos, pues su carrera deportiva inició cuando estaba en la escuela Julio Matovelle de Paute, de donde es oriunda. “Siempre participaba en los interescolares, con el apoyo de mis padres, que también eran deportistas”.

Continuó sus estudios en el colegio Manuela Garaicoa de Calderón, sin descuidar sus entrenamientos que estuvieron dirigidos por Luis Muñoz, a quien le guarda mucha gratitud. “Siempre le recuerdo con mucho respeto porque fue una persona muy buena conmigo que me impartió sus conocimientos, la amistad se conserva hasta ahora”.

Adriana, quien fue compañera de Rolando Vera, Nancy Figueroa, Nancy Bravo, Manuel Bravo, Jefferson Pérez, Carmen Malo, Miriam Ramón, Luisa Nivicela, entre otros, se casó a los 19 años, tuvo a su primera hija, por lo que dejó el atletismo. Después retomó las pistas por tres años, convirtiéndose en una de las primeras atletas que competía con el auspicio de “Zhumir”, hasta que vino su segundo embarazo y tomó la decisión de retirarse del deporte definitivamente.

La ex atleta, de 51 años, se especializaba en 200, 400 vallas, y 800 metros. “Me gustaba mucho entrenar con hombres porque me exigía más y me gustaba ganarles”, concluyó con una carcajada.

Sus logros

Martínez resalta que atrás de cada medalla hay mucho esfuerzo y mérito, sin embargo, siempre tiene presente su primera presea dorada que alcanzó en los Juegos Nacionales de Manabí, así como en los Juegos Bolivarianos de 1985. Después se impuso a nivel sudamericano y empezó a destacar internacionalmente imponiendo récords, por lo que fue considerada en la Galería de la Fama de Federación del Azuay.

José Mosquera Baca

Twitter: @jmosquera1982

Fabian Campoverde

Periodista multimedia y creador de contenidos digitales con una maestría en Comunicación Estratégica Digital. Especializado en temas de seguridad, cultura, crítica teatral y música. Escribe sobre viajes, arqueología e historia.

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