El carnaval brasileño navega en la tupida selva amazónica

A varios miles de kilómetros de las conocidas fiestas de Río de Janeiro, Salvador, Recife o Sao Paulo, un exótico carnaval se abre paso en el saturado calendario brasileño, el de Cametá, donde centenas de participantes navegan por las aguas del río Tocantins, situado en plena región amazónica.

Los coloridos disfraces y las enormes y llamativas máscaras inundaron este sábado de color Cametá, un pequeño municipio de poco más de 100.000 habitantes del estado de Pará (norte) y uno de los más antiguos de la Amazonía brasileña, una vasta área de más de 5,5 millones de kilómetros cuadrados.

El llamado «Carnaval de las Aguas» comenzó hace 87 años en las comunidades de pescadores de Cametá, donde una veintena de comparsas recorren los ríos a bordo de pequeñas embarcaciones de madera.

Allí, los colores cálidos y vibrantes de los disfraces se entremezclan con el marrón de las aguas y el verde intenso de la selva que custodia los ríos, en el que conviven todo tipo de animales, incluidos los delfines rosas, uno de los grandes símbolos de la Amazonía.

«Venimos de Belem (la capital de Pará) y es la primera vez que estamos aquí. Es impresionante ver la riqueza cultural que tiene este carnaval y vimos a la comunidad haciendo todo artesanalmente. Es una dedicación de todo un año. Es un trabajo muy elaborado, muy manual», comentó a Efe la fotógrafa de moda Raquel Sanches.

Para Sanches, de 24 años, las fiestas carnavalescas de Cametá se diferencian de las otras que se celebran por estos días en territorio brasileño por su «perfomance», que «tiene influencias del teatro, de escenografía, y de varios segmentos mezclados con mucho cariño en un carnaval muy lindo y auténtico».

Fundada en 1635, Cametá se encuentra situada en el noreste de Pará, un inmenso estado con una superficie igual a la de Angola y en el que viven más de ocho millones de habitantes. La región también acoge la desembocadura al océano Atlántico del imponente río Amazonas.

TEMOR A PERDER UNA TRADICIÓN

Sin embargo, el «Carnaval de las Aguas», con casi un siglo de tradición, pierde cada día más adeptos frente a la presencia en la región amazónica de los llamados ‘blocos’ (comparsas), famosos en metrópolis como Sao Paulo, Río de Janeiro, Salvador o Recife, y que se multiplican por todo el país, incluso en la remota Amazonía.

El músico y compositor Mestre Vital, uno de los septuagenarios líderes del «Carnaval de las Aguas», espera que la fiesta conviva con la modernidad de los ‘blocos’, impulsados por los más jóvenes, y así las nuevas generaciones mantengan una tradición que ha conjugado las riquezas culturales con la artesanía propia de la Amazonía.

Según Mestre Vital, las fiestas carnavalescas de Cametá deben tener más apoyo del Gobierno local para preservar ese legado de las comunidades de pescadores de la Amazonía y sumarse a las tantas voces de la región que piden más atención por los problemas socioambientales del llamado ‘pulmón’ del planeta.

«Es muy interesante culturalmente, pero principalmente por la historia de cómo (el ‘Carnaval de las Aguas’) forma parte de la vida cotidiana de las personas que viven en las comunidades ribereñas y creo que es muy fuerte la relación que ellos tienen con esa tradición», relató a Efe la publicista Rafa Cardoso.

De acuerdo con Cardoso, «existe una preocupación muy grande en no dejar esa cultura morir y no dejar esa tradición perderse. Por eso desde niños muchos aprenden de los más adultos, que les van pasando esa tradición y eso es lo más bonito».

EL CARNAVAL NO PARA

En su segundo día de Carnaval, las calles de Brasil fueron tomadas por desfiles y comparsas, algunos multitudinarios como el «Galo da Madrugada», con más de dos millones de personas en Recife; el «Cordao da Bola Preta», que reunió 800.000 en Río de Janeiro , y «Cuando come se lambuza», que atrajo medio millón en Belo Horizonte.

Sao Paulo, en tanto, continúa con multitudinarios ‘blocos’ y los desfiles de las escuelas de samba en el sambódromo de Anhembí, mientras que Salvador, capital de Bahía, seguía con los «Tríos Eléctricos», gigantescos camiones de sonido animados por artistas con un río humano detrás.

El Carnaval de Brasil continuará hasta el mediodía del Miércoles de Ceniza y para las noches del domingo y lunes son esperados los pomposos desfiles de las escuelas de samba de Río de Janeiro en el sambódromo Marqués de Sapucaí.

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